miércoles, 17 de diciembre de 2014

Todos sabemos que hace tan solo 500 años todo el colectivo de la ciencia estaba de acuerdo en que la tierra era plana. Había muchas evidencias de que tenía que ser redonda, solo había que mirar al cielo y ver que la luna, el sol y otros planetas son todos redondos, pero el fundamentalismo antropocentrista hizo y sigue haciendo estragos en el avance científico.

Comenzaron a surgir algunas personas con la mente abierta que se atrevieron a debatir lo que la ciencia oficial “sabía”. Quizá el más conocido personaje que defendía esa teoría fué Cristóbal Colón. 500 años después podemos asegurar más que nunca gracias a las fotos realizadas desde el espacio que la tierra es redonda, bueno, matizando, es achatada….

Ahora que la astrofísica está de moda, sobretodo con la incertidumbre creada sobre el cometa Elenin y su posible relación con Nibiru, vamos a tocar un tema controvertido. Con este artículo pretendemos incitar a la duda,  cuestionando el supuesto conocimiento inamovible acerca de la geología y morfología de la Tierra, hasta el punto de plantearnos que tanto la Tierra como todos los demás planetas del Sistema Solar podrían ser muy diferentes a como nos han contado. Esta hipótesis es  de muy difícil asimilación y suele ser objeto de fácil ridiculización. Cuesta mucho romper los pilares, las creencias que uno tiene como más que aceptadas durante toda su vida. Y muchas personas antes de dar oportunidad de cambiar su paradigma particular recurren incluso a la violencia o al sarcasmo cuando escuchan por primera vez que la Tierra puede ser hueca y tener grandes aberturas en los polos.

Sirvan inicialmente estas preguntas sobre hechos curiosos. ¿Por qué se encuentran semillas, plantas y árboles tropicales flotando en el agua fresca del interior de los icebergs? ¿Por qué miles de pájaros y animales tropicales emigran al norte durante el invierno? Si la Tierra en los Polos no es hueca ni calurosa, ¿cómo es que el polen colorea vastos territorios? ¿Por qué hace más calor en los Polos que a 1500 kilómetros de distancia de ellos? ¿Por qué el viento norte del Ártico se vuelve más caluroso a medida que uno traspone los 70 grados de latitud? ¿Tiene esto algún fundamento?

Tradiciones al respecto

Agartha es, según la tradición oriental, una ciudad o un reino constituido por numerosas galerías subterráneas extendidas por toda Asia y el mundo. En la India, todavía existe la creencia en una raza subterránea de personas con forma de serpiente habitan en otras ciudades subterráneas. Estos seres con forma de serpiente, que se conocen como “Nagas”.

Del mismo modo, en la mítica Hiperbórea de origen griego, se habla de la tierra “más allá del viento del norte” como un paraíso septentrional poblado por inmortales, donde no existe el invierno. La localización geográfica donde se habría encontrado esta región se sitúa universalmente en el extremo norte, ya sea en la parte más septentrional del continente asiático, en Groenlandia o más allá, bajo las aguas heladas del Océano ártico. Un grupo minoritario sin embargo defiende la teoría de que Hiperbórea no se encuentra en el mundo de la superficie si no en el interior, formando parte de la llamada Tierra Hueca.

Es un hecho curioso que (según Wikipedia) “autores modernos adscritos al esoterismo nazi, relacionados con el Tercer Reich de Adolf Hitler, postularon una teoría en la que a Hiperbórea la consideraron un posible origen de la “raza aria”. La sociedad Ahnenerbe se habría dedicado a estudiar este tema y otros relacionados como las ciudades subterráneas.[...] En 1938–1939 fue enviada una expedición nazi al Tíbet al mando de Ernst Schäfer, acompañado por cinco sabios alemanes y veinte miembros del la SS. Hilscher, jefe del departamento de esoterismo de la Ahnenerbe, era el propulsor. La misión consistía en entablar lazos con los misteriosos habitantes de la cavernas, pertenecientes al pueblo de Agartha. Por esos tiempos Alemania experimentaba una conversión budista muy importante, en especial en el ámbito partidario.”

Nagas Indios
Dando un gran salto encontramos a los indios Hopi de Norteamerica que poseen también una leyenda que consiste en la existencia de una civilización desconocida que construyó una serie de túneles subterráneos en el subsuelo americano y habitantes que moran en su interior. La tribu Hopi llama a la raza de habitantes intraterrenos Sheti, o “los hermanos serpiente”.

Investigad en la Biblia este asunto, y encontrareis que El apóstol San Pablo escribió lo siguiente:
10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesús , el Cristo, es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:10-11).

Anunnaki
¿Está mencionando el apostol Pablo a los seres que viven en LOS CIELOS, es decir, los extraterrestres que viven fuera de la tierra, a los seres que vivimos en la tierra, es decir, a nosotros, y a los seres que viven DEBAJO DE LA TIERRA, es decir, a los intraterrestres?

Y estas son solo algunas referencias con interpretaciones diversas en las que alguno ya empezará a entrever algo más y que entronca con un tema que trataremos: la raza Anunnaki de la mitología sumeria o los Nephilim nombrados en la Biblia.

 
El mundo científico no fue inmune a esta teoría

Ya los griegos, en tiempos de Aristóteles (siglo VI a.C.) la representaban como hueca, de otro modo no habría sitio para el infierno. La detallada descripción que hace Dante Alighieri de la tierra en su Divina Comedia, la presentaba como el centro esférico hueco del universo, con diferentes círculos arriba y abajo, los cielos y los infiernos. Así, la noción de la Tierra hueca fue convertida virtualmente en parte de la religión cristiana, y cuando nació la ciencia moderna los científicos se esforzaron por hacerla razonable. En 1665, el estudioso y sacerdote católico alemán Atanasious Kircher publicó Mundo Subterráneo. En él describía a la Tierra surcada de cavernas y túneles en que vivían dragones.

Leonard Euler, un genio matemático del siglo XVIII dedujo que la Tierra era hueca, que contenía un sol central y que estaba habitada. El doctor Edmund Halley, descubridor del cometa Halley y astrónomo real de Inglaterra en el siglo XVIII también creía que la Tierra era hueca y albergaba en su interior tres capas.

Estas teorías alternaban con varias obras de ficción sobre el mismo tema, las más importantes de las cuales eran Las Aventuras de Arthur Gordon Pym, de Edgar Allan Poe (1833), en la cual el héroe y su compañero tienen un terrorífico encuentro con seres del interior de la Tierra; y el Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne (1864), en la cual un profesor aventurero, su sobrino y un guía penetran en el interior de la Tierra a través de un volcán extinguido en Islandia, y encuentran nuevos cielos, mares y reptiles gigantescos y prehistóricos que pululan en los bosques. ¿Y si Julio Verne , no lo vaticinó realmente? ¿Sabía algo? ¿Hizo un adelanto de lo que ya experimento en carne propia. Hemos de recordar o informar a la gente que Julio Verne era un masón perteneciente ala sociedad de la niebla y como tal tenía acceso a conocimientos aun prohibidos al “comun” de los humanos.

Otras curiosas teorías

John Symnes fué un capitán de infantería de los EEUU. En 1818 sostuvo una teoría que decía que siendo hueco todo lo de la naturaleza, también lo eran los planetas. Según Symnes, dentro del hueco de la Tierra habría otra esfera, también hueca, y así sucesivamente hasta cinco veces. Y cada esfera con aberturas polares por las que se podían intercomunicar sus superficies. Symnes quiso explorar el interior de la Tierra si alguien se comprometía a financiarlo, creando una maqueta del globo con el cual pretendía penetrar en el interior por la abertura polar.

Actualmente la maqueta se expone en la Academia de Ciencias de Filadelfia (EEUU) La superficie de cada una de estas esferas sería perfectamente habitable, y se podría transitar entre ellas a través de dos grandes agujeros situados en los polos. Aunque en pleno siglo XXI la teoría puede parecer descabellada, en 1824 el Congreso de los Estados Unidos debatió la propuesta de enviar una expedición al Polo para comprobar su veracidad, recibiendo 25 votos afirmativos.

Maqueta John Symmes
Symnes también creía que estas esferas estaban habitadas en su interior y suponía que la tribu perdida de Israel sería hallada en el interior. En 1936 el investigador Bernalli sugirió que dada la edad de la Tierra 3 o 4 mil millones de años no tuvo suficiente tiempo como para formar por gravedad la diferenciación de los materiales según las capas hipotéticas mencionadas por la teoría de la Tierra maciza. Por lo tanto el interior de la Tierra sería homogeneo y “hueco” siendo el material ocupante de esa oquedad gas de hidrógeno.

Según Bernalli la separación desde el manto de olivino al núcleo no se puede producir, ya que no se pueden mezclar los silicatos del segundo con el hierro del primero. En cuanto a las propiedades magnéticas del planeta, atribuidas al supuesto núcleo de hierro por la ciencia oficial, Bernalli dice que puede deberse a los materiales magnéticos que hay repartidos por la corteza terrestre.

En El hueco de la tierra, mito o realidad, escrito por Brad Steiger, se habla de «los más Ancianos», una antigua raza que pobló la tierra millones de años atrás y luego se movió bajo tierra. Steiger escribe:

Los más Ancianos, una raza inmensamente inteligente y científicamente avanzada, ha elegido estructurar su propio ambiente bajo la superficie del planeta y fabricar allí todas sus necesidades. Los más Ancianos son homínidos, extremadamente longevos y antecesores del homo sapiens por más de un millón de años. Los más Ancianos permanecen generalmente a distancia del mundo superficial, pero de vez en cuando se han sabido ofrecer para aportar crítica constructiva, y se ha dicho que secuestran niños para crecerlos y formarlos como ellos mismos”.

El asombroso viaje del almirante Byrd. El diario secreto


“Aquella Tierra más allá del Polo, aquel Centro del Gran Desconocido”.
Richard E. Byrd
La historia de este hombre merece todo un artículo o un libro aparte. El vicealmirante Richard E. Byrd de la US Navy fue un distinguido aviador pionero y explorador polar que sobrevoló el Polo Norte el 9 de mayo de 1926 y dirigió numerosas expediciones a la Antártida, incluyendo un vuelo sobre el Polo Sur el 29 de noviembre de 1929. Entre 1946 y 1947, llevó a cabo la operación a gran escala llamada “High Jump” (Salto Alto), durante la cual descubrió y cartografió 1.390.000 km2 de territorio antártico.

Las famosas expediciones de Byrd entraron por vez primera en la controversia de la Tierra hueca cuando varios artículos y libros (especialmente Worlds beyond the Poles (Mundos más allá de los Polos), de Amadeo Giannini)  publicaron que Byrd había en realidad volado no por encima del Polo, sino hacia dentro de los grandes agujeros que llevan al interior de la Tierra. Ray Palmer, basándose principalmente en el libro de Giannini, introdujo esta teoría en el número de diciembre de 1959 de su revista y, a raíz de ello, mantuvo una voluminosa correspondencia al respecto.

Según Giannini y Palmer, el vicealmirante Byrd anunció en febrero de 1947, antes de un supuesto viaje de 2.750 km. a través del Polo Norte: “Me gustaría ver la tierra más allá del Polo. Esa área más allá del Polo es el centro del Gran Enigma.” Giannini y Palmer decían también que, durante su supuesto vuelo sobre el Polo Norte en 1947, el vicealmirante Byrd comunicó por radio que veía debajo de él, no nieve, sino áreas de tierra con montañas, bosques, vegetación, lagos y ríos y, entre la maleza, un extraño animal que parecía un mamut. También, siempre según Giannini y Palmer, en enero de 1956, después de dirigir otra expedición a la Antártida, el vicealmirante Byrd había manifestado que su expedición había explorado 3.700 km. más allá del Polo Sur y, además, justo antes de su muerte, Byrd había dicho de la tierra más allá del Polo que era “un continente encantado en el cielo, tierra de misterio permanente”.

Esa tierra, según otras teorías, era la legendaria Ciudad del Arco Iris, cuna de una fabulosa civilización perdida. Se le ha atribuido la autoría de un diario de viaje polémico del cual podemos leer un fragmento espectacular.

¿Oculta algo la NASA?
Foto de la nasa de la zona de la antartida
Ampliacion de la misma foto
Aun mas cerca, ¿Que es lo que ves en el centro de la Antártida?
Claramente podrá observar un gran parche blanco de forma circular, justo en el centro de la Antártida. ¿Por qué la NASA ha tapado el centro de la Antártida con ese parche blanco?, ¿que intenta ocultar la NASA con ese parche? 

Falsificar las fotografías de los planetas del sistema solar

La NASA no solo falsifica las fotografías de la Tierra tomadas por los satélites artificiales, para ocultar las dos aperturas polares, sino que también falsifica las fotografías de los planetas del sistema solar, para ocultar que todos ellos también son huecos, con aperturas polares, y con un sol interno.

 La siguiente foto corresponde al planeta Júpiter y fue tomada por la nave espacial Cassini de la NASA en el año 2000. La foto corresponde al polo sur de Júpiter. La nave espacial se acercó a Júpiter durante su vuelo alrededor del planeta. La nave Cassini estaba en camino hacia Saturno. La foto es la más completa y detallada que existe de Júpiter.
 
Observad bien la imagen de Júpiter, la cual he ido ampliando en cuatro secuencias. Fijaos bien en el centro de la imagen, si miráis bien la foto más ampliada veréis que ¡¡el sol interno de Júpiter ha sido tapado con un parche redondo de color gris!!, sin embargo, los rayos solares de dicho sol interno de Júpiter se pueden apreciar perfectamente en los bordes de dicho parche.

¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos oculta que Júpiter, y el resto de planetas del sistema solar, son huecos, con aperturas polares, y con un sol interno? Esta pregunta tendría muchas respuestas.
Otra foto de Jupiter
Foto de saturno
Toda Verdad pasa por tres estado, primero es ridiculizada, después es violentamente opuesta y finalmente es aceptada como auto evidente. Arthur Shopenhauer.