lunes, 28 de agosto de 2017

EMCs Negativas

Los testimonios de experiencias cercanas a la muerte(ECM) son experiencias narradas por aquellas personas que, durante el tiempo de duración de un coma o de muerte clínica, en el que supuestamente desaparecen todas las señales externas de vida, son capaces de narrar luego sus sensaciones y percepciones, aunque no se registre actividad cerebral alguna. Estas personas han vivido de forma involuntaria una extraordinaria experiencia.

Este fenómeno cobró el nombre técnico de “experiencias cercanas a la muerte” (ECM) desde la publicación del libro “Vida después de la vida” en 1975, por el doctor en filosofía y psicología Raymond Moody. Las ECM generalmente incluyen experiencias cognitivas, afectivas, paranormales y trascendentales, por lo que su ámbito de estudio es muy amplio.


En la actualidad, cada vez existen más estudios científicos sobre los testimonios de experiencias cercanas a la muerte , y todos ellos han descartado factores externos que pudiesen provocarlas. Se ha comprobado que cuando el cerebro, que es uno de los organismos más sensibles, deja de funcionar y no tiene oxígeno, mueren las neuronas. Algunas personas en coma son capaces de tener sensaciones y percibirse a sí mismas como un ser completo.

El doctor en medicina y profesor de psiquiatría de la Universidad de Virginia, Bruce Greyson, conocido como el padre de la investigación en las experiencias cercanas a la muerte, distingue claramente entre lo que él denomina episodio cercano a la muerte y experiencia cercana a la muerte. En la primera situación la persona sobrevive a un encuentro real con la muerte, debido a un traumatismo o enfermedad. En la segunda situación se produce una experiencia subjetiva de la consciencia que funciona independientemente del cuerpo físico durante un episodio cercano a la muerte:
  •  Un porcentaje muy alto de los afectados por esta experiencia relatan en sus testimonios de experiencias cercanas a la muerte haber pasado por diferentes etapas o fases:

  • Flotan sobre su cuerpo físico observando todo lo que sucede en su entorno. No sienten molestias y experimentan una sensación de paz interior.

  • Atraviesan por un oscuro túnel, con la sensación de estar flotando.

  • Familiares y conocidos, ya fallecidos, salen a su encuentro. Muchos de los afectados hablan de las tareas que se desarrollan en el mundo espiritual, de la necesidad de seguir estudiando, evolucionando y trabajando.

  • Se presenta una revisión global pero integral de lo vivido, se convierten en espectadores de la película de su existencia.

  • Finalmente, a pesar de encontrarse con una paz y tranquilidad indescriptibles, comienzan a sentir que deben volver. Así se lo indican sus acompañantes o guías recordándoles que todavía tienen asuntos pendientes que resolver en la vida y que tienen que cumplir con su tarea.
  • La vuelta al cuerpo suele estar unida a una sensación de malestar y frustración. 

La mayoría de las personas que han sufrido una experiencia cercana a la muerte, sufren una transformación positiva de la personalidad, de los valores y creencias. Mayor respeto a los demás y hacia la vida en general. Mayor interés por los valores elevados y una visión ética y universalista de la vida.

Aunque la mayor parte de la investigación en experiencias cercanas a la muerte, se centran en casos en los que los protagonistas narran situaciones positivas y luminosas, no podemos obviar la existencia de experiencias negativas y desagradables, con efectos traumáticos para quienes las sufren.

Evelyne Elsaesser-Valarino, miembro de la oficina suiza de la IANDS y del Instituto Francés para la Investigación de Experiencias Extraordinarias (INRESS, por sus siglas en francés), estima que "entre el 4 y el 5 por ciento de las personas que viven una experiencia cercana a la muerte (ECM) la perciben como una vivencia negativa”. La cifra podría ser incluso mayor, pero debido a la dificultad que supone rememorar una experiencia tan dolorosa, muchas personas optan por guardar silencio.

Las otras experiencias cercanas a la muerte

El Dr. Richie sirvió en la Segunda Guerra Mundial, cuando de repente sufrió una grabe neumonía.Fue trasladado a un hospital militar y finalmente fue declarado clínicamente muerto. Cuando los médicos consiguieron revivirlo nueve minutos más tarde, el Dr. Richie describió su ECM. Dijo que su experiencia fue aterradora, mientras estaba muerto deambulaba por una ciudad cuando se encontró una “misteriosa figura” que lo guió a través de lugares tenebrosos. El doctor y la misteriosa figura fueron a un bar donde había personas comiendo, bebiendo y fumando. Poco después, todos los presentes comenzaron a luchar entre sí como si estuvieran en una batalla. Pero también presenció abusos sexuales, perversiones que nunca había visto ni pensado que pudiesen existir.

Uno de los casos más conocidos fue el de Veronika-Ulrike Barthel, una mujer que fue golpeada por un rayo, mientras conducía su coche en 1981. Ella describió su terrible y aterradora ECM. Vio criaturas más aterradoras que las representadas en las películas de terror. También vio soldados marchando junto a ella, y en medio de ellos había personas que gritaban de dolor. Según Veronika, en ese lugar no podía respirar, a causa del terrible olor. Pero cuando estaba a punto de regresar de nuevo a nuestra realidad, llegó a un lago, que se parecía a la parte interior de un volcán, donde las personas estaban sufriendo a causa de un gran dolor.

Y posiblemente la experiencia más controvertida fue la de Bill Wiese quien aseguró haber estado en el mismísimo infierno 23 minutos durante su ECM, logrando regresar con los vívidos detalles grabados en su memoria. En su libro “23 Minutos en el infierno (23 Minutes in Hell)”, Wiese describió como entró en una celda llena de bestias feroces, quienes lo atacaron sin piedad. Mientras duró toda su terrorífica experiencia también oyó gritos que procedían de las paredes de todo a su alrededor y que eran de personas que estaban siendo torturadas de manera similar. Cuando regres´p a la vida, pasaron 23 minutos.


Un buen puñado de casos

Yo no sabía adónde iba, pero no podía controlar hacia donde era arrastrada. Durante una fracción de segundo, pensé que me dirigía hacia el cielo, pero repentinamente algo sucedió. Me detuve en seco en ese túnel y, como un relámpago, empecé a caer más y más rápido.

Sentía que caía verticalmente en una especie de agujero negro. Era tan oscuro que parecía que se podía cortar, mientras caía, empecé a escuchar chillidos, gritos, horribles risas y el olor más putrefacto que pueda imaginarse. Entonces, la oscuridad se convirtió en fuego, y yo caía hacia un inmenso horno. El fuego comenzó a quemarme y empecé a chillar. Aterricé sobre mi espalda, choqué con lo que parecían rocas y sentí un dolor horrible por todas partes.


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Cuando abrí mis ojos, me di cuenta de que no estaba sola, porque unas extrañas criaturas comenzaron a agarrarme y arrastrarme hacia lo que parecían unas puertas negras inmensas. Empecé a patalear y a chillar, gritando a todo pulmón. Recuerdo que una criatura gigante empezó a rasgarme la piel de la espalda con lo que parecían sus afiladas uñas, otra empezó a tirarme del pelo fuertemente, otra me pateó, me tiró, riéndose y burlándose acerca de asuntos personales que parecía conocer de mí…

Recuerdo haber visto repentinamente a Gareth, colgado boca abajo con clavos atravesándole las manos y los pies. Aquellas criaturas empezaron a azotarlo el fuego lo consumía y la carne de sus manos, pecho y cabeza ya había comenzado a fundirse y a pelarse. Lo miré a la cara. ¡Él estaba aterrorizado! Y empezó a llorar de forma incontrolable, suplicándoles que no lo hicieran. Repentinamente, yo grité: Dios mío, por favor, ayúdame… Algo que a esas criaturas parecía molestar. Cada vez que mencionaba el nombre de Dios se ponían más agresivas y, de pronto, una gran succión me arrancó de sus garras y comenzó a llevarme de vuelta al túnel, despertándome ante la voz de una doctora. Ella me dijo que, después de dos horas, yo me había recuperado, pero Gareth no. Aparentemente, mientras ellos intentaban revivirlo, su corazón cedió. La hora de su muerte había sido confirmada media hora antes que la mía.

Hasta hoy juro que todavía puedo oler ese olor a podrido de carne quemada y pelo quemado. Antes, incluso, me solía dar fiebre cada vez que pensaba sobre lo ocurrido a Gareth y sobre dónde estará hoy día

 
Experiencias Cercanas a la muerte suicidas

Las experiencias cercanas a la muerte (ECM), de las personas que han atentado contra su vida, narran en sus testimonios la estancia en una zona intermedia entre el cielo y el infierno.

Uno de los pacientes del doctor Moody, cuenta en su testimonio de experiencia cercana a la muerte (ECM) que tras su intento de suicidio, tuvo una sensación de haber cometido algo totalmente prohibido: “Era como devolverle a Dios un regalo, tirándoselo a la cara…”

El doctor Kenneth Ring, fundador de la Asociación internacional para el estudio de experiencias cercanas a la muerte (IANDS), cuenta en su libro “Life at death”, más de veinte casos de suicidio. Ninguno de ellos, en su testimonio de experiencia cercana a la muerte, (ECM) tuvo experiencia de la luz, ni experimentó emociones de amor o alegría.

La doctora Paola Giovetti en su libro “Qualcuno é tornato” narra el testimonio de la señora M.F. Restano de Turín, en su intento de suicidio. Esta paciente en su experiencia cercana a la muerte (ECM) se encontró sometida a un juicio, en una sala oscura, rodeada de seres que discutían sobre la posibilidad de ser condenada. Su terror fue en aumento cuando en la sala se presentaron numerosos seres oscuros y encorvados para llevársela. La pesadilla terminó cuando la luz de un ser, que le pedía calma, finalmente la absolvió.

Todos los suicidas están de acuerdo en que su intento de quitarse la vida, no solucionó nada, ya que se encontraron, sin resolver, con los mismos problemas de los que habían intentado librarse, sintiendo una gran tristeza por acortar el tiempo disponible y romper el proyecto de vida diseñado para su evolución conciencial.