martes, 4 de abril de 2017

Sanjūsangen-dō

Sanjūsangen-dō es un templo budista situado en el distrito de Higashiyama, para muchos, una de las zonas más bonitas que se pueden visitar en la fascinante Kioto. También es conocido oficialmente por el nombre de Rengeō-in (蓮華王院). Sanjūsangen-dō pertenece y es dirigido por el Myoho-in, parte de la escuela budista Tendaishū, una rama del budismo Mahāyāna fundada por Zhiyi en el siglo VI en el templo de Guoqing, situado en la cordillera del Tiantai.

El nombre literal del templo sería algo como: edificio con treinta y tres espacios, que hace referencia a los exactamente treinta y tres espacios que separan las columnas que mantienen el templo en pie.



Taira no Kiyomori, líder del poderoso clan Taira y uno de los primeros miembros de la clase guerrera samurái, completo el templo en 1164 bajo el servicio del emperador Go-Shirakawa, el 77º emperador de Japón que ascendió al trono tras la repentina muerte de su hermano, el emperador Konoe. Como es habitual en la mayoría de historias de los templos japoneses, este sufrió un incendio en 1249, tras el cual se reconstruyó, pero solamente el edificio principal. Este edificio, el principal del templo, se considera el edificio de madera más largo del país.

La deidad principal del templo es Sahasrabhuja-arya-avalokiteśvara, también conocida como de los mil brazos. Esta estatua, considerada un tesoro nacional japonés, fue realizada por el escultor del período Kamakura (1192–1333), Tankei, escultor de la escuela Kei, estudiante e hijo del maestro Unkei.

A ambos lados de la estatua se encuentran, en 10 filas y 50 columnas, 1000 estatuas de tamaño menor del Kannon de los mil brazos. Solo 124 estatuas son originales, pues el incendio de 1249 quemó el resto. Las 876 restantes fueron construidas en el siglo XIII. Las estatuas están hechas de ciprés japonés, una especie arbórea de la familia de las Cupresáceas, originaria del centro de Japón.




Aunque estas 1001 estatuas son las más conocidas, y el motivo por el cual el templo es famosos, no son las únicas que nos encontraremos en el recinto. Justo al pie de estas estatuas podemos encontrar otras 28 estatuillas de deidades guardianas, de las cuales las más importantes son: Raijin, dios de los truenos y rayos en la mitología japonesa, y Fujin, dios del viento y una de las deidades más antiguas de la creación.

Fujin y Raijin solían ser amigos y hermanos de Amaterasu, diosa del Sol, y controlaban los climas del universo. Por eso, casi siempre, ambos están representados juntos. Estas dos estatuas se encuentran respectivamente al comienzo y al final del edificio, y también son considerados tesoros nacionales de Japón.

Una de las ceremonias que se celebran en el templo, es el “Rito del Sauce” (Yanagi no okaji, 柳枝のお加持). Este evento se celebra en enero, y los fieles son tocados en la cabeza con una rama de sauce sagrado, con la finalidad de curar y prevenir los males de la cabeza. Además, un célebre torneo de tiro con arco llamado Tōshiya (通し矢), que se celebra desde el periodo Edo en el mismo lugar, también es un evento que destaca en la historia de este fabuloso templo.