martes, 19 de junio de 2018

En el cementerio nacional de Arlington (EE.UU) se encuentra la tumba de Richard Leroy Mckinley, hasta donde se sabe una de las tumbas más peligrosa que existe, a tal punto, que sus guardias tienen la orden de disparar a matar a quienes por alguna razón, decidan llegar al lugar con una pala sean quienes sean.

Suponiendo por un momento que podemos llegar ahí con unas cuantas palas y con mucho tiempo para husmear, notaríamos que debajo de la tierra hay un sarcófago de metal de 3 mts y 30 cm de grosor, si pudiéramos abrirlo nos toparíamos con otro sarcófago más pequeño de igual grosor al igual que las famosas muñecas rusas. Dentro del más pequeño; un ataúd forrado en plomo y con capas tras capas de algodón y plásticos.

Después de haber pasado todas las láminas que lo protegen, encontrarían a Richard quien a pesar de haber muerto en 1961 se encontraría muy bien conservado ya que está envuelto en un Nylon especial y sellado al vacío.

El tema es que tal vez mueras antes de ver a nuestro amigo, puesto que murió por haber estado expuesto a una cantidad grotesca de Radiación en un aparatoso accidente conocido como Incidente SL-1

Reactor estacionario de baja potencia número uno(SL-1) 

El SL-1, Stationary Low-Power Reactor Number One (Reactor estacionario de baja potencia número uno), fue un reactor de energía nuclear militar experimental de los Estados Unidos. Resultó destruido en el primer accidente de una planta nuclear en los Estados Unidos. Parte del Programa de Energía Nuclear de la Armada, durante las fases de diseño y construcción se le denominó Argonne Low Power Reactor (ALPR). Estaba destinado a proporcionar energía eléctrica y calefacción para pequeñas instalaciones militares remotas, tales como emplazamientos de radar cerca del Círculo polar ártico, y las de la línea distante de rápido aviso, conocida como DEW Line. La energía proyectada era de 3 megavatios térmicos. La potencia de funcionamiento era de 200 kW eléctricos, 400 kW térmicos, para calefacción. Para realizar pruebas se instaló a 60 km aproximadamente al oeste de Idaho Falls, Idaho, en la Planta Nacional de Pruebas de Reactores,



El Incidente


El 21 de diciembre de 1960, se apagó el reactor para proceder a su mantenimiento, calibración de los instrumentos, instalación de instrumentos auxiliares e instalación de 44 cables de flujo para controlar los niveles de flujo de neutrones en el núcleo del reactor. Los cables estaban hechos de aluminio con incorporación de aleación de aluminio-cobalto.

A las 9:01 p.m. del 3 de enero de 1961, tras un cierre de 11 días por vacaciones, y durante las acciones de mantenimiento, el SL-1 entró en criticidad inmediata. Como resultado, la gran cantidad de calor generada en tan solo 4 milisegundos, provocó la súbita evaporación de parte del agua del núcleo del reactor. El vapor de agua generado provocó una onda de presión que golpeó la parte superior del casco del reactor. Esto empujó la barra de control y todo el casco del reactor hacia arriba, matando al operario que se encontraba encima del casco, dejándolo estampado en el techo. Otros dos empleados militares, un supervisor y uno en formación, también resultaron muertos. Las víctimas fueron los especialistas del ejército John Byrnes, Richard McKinley y el jefe electricista de la marina Mate Richard Legg.

Los sensores de calor sobre el reactor dispararon una alarma en la instalación de seguridad del emplazamiento central de pruebas. El primer equipo de respuesta, de bomberos, llegó nueve minutos después e inicialmente no advirtieron nada inusual, con sólo una pequeña columna de vapor que salía del edificio, normal para el frío de la noche con una temperatura de -5 °C. El edificio de control parecía normal. Al acercarse al edificio del reactor sus detectores de radiación saltaron rápidamente, hasta el límite de margen máximo, por lo que se retiraron, ya que no sabían si podían actuar con seguridad o cuánto tiempo podían permanecer.


El primer Accidente Nuclear de Estados Unidos

A las 9:17 p.m. llegó un físico de seguridad, y juntamente con un bombero, provistos ambos de botellas de aire y máscaras con presión positiva para forzar la expulsión de cualquier contaminante potencial, se acercaron a las escaleras del reactor del edificio del reactor. Sus detectores presentaban una lectura de 25 roentgen por hora cuando empezaron a subir las escaleras por lo que se retiraron.

Algunos minutos después un equipo de respuesta de físicos llegó con Redectores Jordan, medidores de radiación capaces de medir radiaciones gamma hasta 500 roentgens por hora, y ropa de protección para todo el cuerpo. Los bomberos subieron las escaleras y desde la cima pudieron ver los daños en la sala del reactor. Con los medidores mostrando lecturas al máximo de la escala se retiraron, en lugar de proseguir un mayor acercamiento al reactor.

Alrededor de las 10:30 p.m. llegó el supervisor del contratista encargado del funcionamiento del emplazamiento acompañado de otros físicos. Ambos entraron en el edificio del reactor y encontraron dos cuerpos mutilados: uno claramente muerto y el otro que se movía ligeramente. Con un límite de un minuto por persona y acceso, un equipo de cinco personas con arneses recuperó el operador que todavía respiraba: no consiguió recuperar la conciencia y falleció de su herida en la cabeza hacia las 11 p.m. Su cuerpo estaba tan contaminado que emitía cerca de 500 roentgen por hora. El equipo buscó pero no encontró el tercer hombre. Con todos los supervivientes recuperados, la seguridad de los rescatadores tomó prioridad, y los trabajos fueron ralentizados para protegerles.

En la noche del 4 de enero un equipo de seis voluntarios utilizó un plan que suponía formar grupos de dos para recuperar el segundo cuerpo. El oro-198 radioactivo de su reloj de oro y el cobre-64 de un tornillo de un encendedor demostraron posteriormente que el reactor ya había alcanzado su punto crítico.

Richard Leroy Mckinley
El tercer hombre no fue descubierto durante varios días debido al estado destrozado de la sala. El 9 de enero un equipo de ocho hombres en relevos de a dos, con un permiso de 65 segundos de exposición, utilizaron una red y una grúa para recuperar el cuerpo desde su posición clavado en el techo del reactor.

Los cuerpos de los tres operadores fueron enterrados en sarcófagos de plomo sellados con cemento y situados en bóvedas metálicas con una cobertura de cemento.

Sea como sea, no está detallado a cuantos Roetgens emite el cuerpo de Richard pero si se sabe que llegaria a ser como " el hermanito menor " del "pié de elefante" (el objeto más peligroso que existe)


jueves, 12 de abril de 2018

Durante muchos meses se recordaron en Toledo las fiestas y homenajes por la boda de Beatriz de las Roelas y Don Santiago Galán en 1569. Beatriz era conocida por la nobleza y generosidad de su familia y Santiago era un hidalgo joven que, habiéndose quedado huérfano de muy niño, fue tomado bajo la protección de la casa de Orgaz. Fue la Señora de Orgaz la que puso especial empeño en que ambos jóvenes consistiesen en el casamiento.

Era Beatriz una fiel devota de la Virgen Blanca de la Catedral toledana, cuya imagen sirvió de divino testigo el día que contrajeron matrimonio y fidelidad para siempre. Esta Virgen se encuentra en el centro del coro de la catedral y se venera desde siempre en Toledo bajo el nombre de Nuestra Señora la Blanca.

Los primeros meses de la pareja transcurrieron felices y alegres, alejados de problemas, miserias y penalidades. Una tarde todo cambió repentinamente, cuando Beatriz anunció a su esposo que sería padre, pero al contrario de lo esperado, observó con estupor que la tristeza asomaba a la cara de su amado, pues este mismo día el Señor de Orgaz le había ordenado comandar parte de sus tropas y marchar a la guerra.

Más resignada que comprensiva ante tanto infortunio repentino, le juró que iría cada día que durara su ausencia a postrarse ante la imagen la Virgen Blanca para que le protegiese en el campo de batalla y cuidase de ella y de su futuro hijo hasta su regreso.

Pasaron largos y angustiosos meses. Nació el primogénito con el nombre de su padre. Ocasionalmente llegaban noticias de los combates pero ninguna referencia a Santiago. Cada tarde Beatriz y su hijo atravesaban los inmensos y solitarios en ocasiones espacios de la Catedral para postrarse delante de su Virgen pidiendo protección para su amado y una señal de que todo iba bien, que volvería sano y serían felices, pero la intensa devoción de la toledana no conseguía arrancar señal divina alguna que le diera las esperanzas que necesitaba para seguir esperando.

Más de un año transcurrió sin noticia alguna de Santiago. Entre los círculos de la corte toledana nadie esperaba ya la vuelta con vida y algunos propusieron incluso celebrar alguna misa de difuntos por el alma del desdichado. La presunta viuda se negó, aseguraba que su marido se encontraba bajo la protección de la Virgen Blanca y que regresaría. La familia comenzó a preocuparse, temiendo incluso que perdiera la razón, cuando aumentó el número de visitas diarias a la imagen de la Virgen.

Dos y hasta tres veces al día, cruzaba las naves de la Primada, acompañada del pequeño Santiago, para seguir mostrando su devoción. El 8 de septiembre, festividad de la Virgen Blanca, hacía año y medio que nadie sabía nada de Santiago. Ese día se sentó junto a su hijo en el primero de los bancos, ante la atenta mirada de todos los asistentes que ya la tomaban por loca.

Pero mediada la ceremonia algo ocurrió. La gente se dio cuenta que Doña Beatriz, con la cara iluminada de felicidad, era rodeada de una especie de luz que la destacaba sobre el resto. Cuando los demás asistentes buscaron la fuente de la luz comprobaron cómo la imagen de la Virgen Blanca ladeaba la cabeza y sonreía abiertamente ¡la Virgen se ríe, la Virgen se ríe!, clamaron los más asustados.

En ese momento, un ruido de espuelas sacó de su asombro y curiosidad a los que allí se encontraban y al volver la cabeza vieron a un Santiago Galán casi irreconocible, con una larga barba, ropa raída y signos de haber pasado mucho hambre. Los esposos se abrazaron en medio de la ceremonia y Santiago conoció allí a su hijo, ante la Virgen que le había protegido durante casi dos años de batallas y cautiverios.

Si quereis saber mas sobre estas leyendas.Rafael Ramírez Arellano en “Nuevas tradiciones toledanas”, 1916. Y de Javier Mateo y Luis Rodríguez Bausá en “La Vuelta a Toledo en 80 leyendas”.


martes, 10 de abril de 2018

El puente del Estrecho

Esta colosal obra de arquitectura civil, seria cosa de héroe Du l-Qarnayn. Son varios los autores musulmanes que se la atribuyen, de igual manera que se ponen de acuerdo en afirmar que su destrucción fue debida a una súbita elevación de nivel de las aguas del océano y que los restos de aquella fabulosa obra aún se podían contemplar si las condiciones climáticas eran benignas.

¿Quien era Du l-Qarnayn?

Du l-Qarnayn (Dhul-Qarnayn o Dhu-l-Qarnayn Zul-qarnain o Dhu'l-Qarneyn)  "él de los dos cuernos", aparece en la Sura 18, versos 83-101 del Corán como una figura autorizada por Alá para erigir un muro entre la humanidad y Gog y Magog, que representan el caos.

Dhul Qarnayn – Alexander el Grande
Los musulmanes y otros comentaristas han identificado a Dhul Qarnayn con Alejandro Magno. Según una leyenda corriente en los círculos judíos alrededor del tiempo de Jesucristo, los escitas, identificados con Gog y Magog, derrotaron a uno de los generales de Alejandro, por lo cual Alejandro construyó un muro en las montañas del Cáucaso para mantenerlos separados de las tierras civilizadas. Los elementos básicos de la leyenda se encuentran en Flavio Josefo y las cartas de San Jerónimo. La leyenda pasó por mucha más elaboración en los siglos siguientes, y finalmente encontró su camino en el Corán a través de una versión siria.

Alejandro ya era conocido como "el de los dos cuernos" en estas primeras leyendas. Las razones de esto son algo oscuras. El erudito al-Tabari sostuvo que Alejandro fue llamado "el de los dos cuernos" porque pasó de un extremo ("cuerno") del mundo al otro, pero puede derivar, en última instancia, de la imagen de Alejandro usando los cuernos del dios carnero Zeus-Ammon, popularizado en las monedas del Próximo Oriente helenístico. El muro pudo haber reflejado un conocimiento lejano de la Gran Muralla de China (el erudito del siglo XII al-Idrisi dibujó un mapa para Roger de Sicilia mostrando la "Tierra de Gog y Magog" en Mongolia), o de varios muros persas sasánidas construidas en el área del Caspio contra los bárbaros del norte, o una confusión de los dos.
 
¿Y donde sale lo del puente?

De entre los autores que se ocupan de este hito destaca al-Idrisi, puesto que él sí conoció la zona. Asegura que la longitud del Estrecho era de 12 millas, lo que coincidiría con la dimensión del puente atribuido al héroe Du l-Qarnayn. Uno de los extremos del puente se ubicaría no lejos de la ciudad de Tánger, mientras que el extremo español no se sitúa con claridad por las fuentes.

Al-Dimasqi ofrece la siguiente versión de los hechos:
Según el relato de los matemáticos, Du l-Qarnayn llevó a cabo la construcción de este puente de la siguiente manera: en primer lugar construyó en las dos orillas, a gran profundidad y en el lugar donde las aguas son agitadas por los vientos, un muelle. Después reunió barcos y los unió entre sí con cuerdas. Una vez hecho esto, tomó cadenas de hierro y las unió a los barcos hasta que éstos formaron una cadena continua que se extendía de una orilla a otra en donde los fijó. Así, habiendo llevado otras tres líneas de cadenas, hizo dos filas de barcos que formaron un puente sólido. La distancia entre estas dos filas era de 40 codos (…) Posteriormente, cubrió el espacio ocupado por las aguas de planchas de madera unidas entre sí y tuvo cuidado de tapar las fisuras y de calafatearlo; de esta manera, parecía un colchón extendido sobre la superficie de las aguas y que ocupaba el espacio entre las dos cadenas de barcos”.

El relato de la construcción prosigue:

    “De igual manera, puso las bases de los pilares (…) cuya misión era soportar los arcos del puente. Entonces, los recubrió de madera hasta que ésta alcanzó la altura de una braza, bien calafateada y recubierta de hierro para, más adelante, construir dentro un cuerpo sólido de piedra y cal. De esta manera continuó elevando el cerco de madera al que llenaba de mampostería hasta que éste alcanzó el fondo del mar. (…) Tras haber construido todos los cuerpos sólidos y de haber levantado sobre ellos los pilares los reforzó con pequeñas bóvedas inaccesibles a las olas del mar y a la crecida de la marea. Dejó la construcción en este estado durante un año tras el cual regresó para completarla”.

El resto de la obra se desarrolló de este modo, según el cronista: “Entonces, habiendo puesto las cimbras, dio comienzo a la construcción de los arcos sobre los extremos de estos pilares. Esta fase de la construcción la terminó al año siguiente. En el curso del tercer año, levantó un puente cuya longitud era de 4000 a 4200 codos.  Cuando esta obra llegó a su término el mar irrumpió y derribó todas las construcciones e inundó todas las regiones. Cuando no hay viento y la mar está en calma los navegantes (…) pueden ver todavía bajo las aguas los muros y los vestigios de este edificio”.



 Un proyecto que nos viene de lejos.

Y es que unir Africa y Europa por sus partes mas proximas, es decir, España y Marruecos, es un proyecto con el que ya estuvo "jugando" la serie de Mega-Ingeniería del canal  Discovery Science.



El Puente de Gibraltar sería un puente que, con una longitud apróximada de 27 kilómetros. Este macropuente podría haber alcanzado los 1000 metros de altura por sobre el nivel del mar, dandóle la categoría indiscutible del puente más extenso de todo el planeta. Además, se planeaba una capacidad suficiente para albergar a 3 carriles de automóviles y a 2 rieles ferroviarios.
 
Lo que se pretendía con este puente era principalmente unir a los dos continentes por carretera.

El proyecto de este puente implica la utilización del acero, a partir de la combinación de dos tecnologías solo posibles con el uso del cable de acero: el puente colgante por excelencia de cables verticales y el puente de cables inclinados o diagonales.

Esta combinación no ha sido utilizada de esta forma hasta el momento en ningún proyecto que se haya construido, aunque si se han aplicado exitosamente de forma independiente.
 
El Puente de Gibraltar solo sería posible con la aplicación de manera sinérgica de otras tecnologías, ligadas al mundo de la robótica y la cibernética, tales como un sistema de amortiguadores para las bases de las torres de concreto de las cuales penderá el puente, que puedan evitar los efectos de posibles choques de los barcos petroleros que atraviesan esas aguas.


Sin duda este "mito" es digno de novela y/o produccion de cine. Podeis encontrar mas informacion aqui.Y si os lo que os interesa es el proyecto del "Mega puente" en este foro hablan mas de él.

lunes, 19 de febrero de 2018

La gran helada de 1709

En Inglaterra se conoce al invierno de 1709 como la Gran Helada. En Francia entró en la leyenda como Le Grand Hiver, tres meses de frío letal que llevó a un año de hambruna y disturbios por la comida. En Escandinavia se congeló el Mar Báltico de tal forma que la gente podía andar sobre el hielo incluso en el mes de abril. En Suiza los lobos hambrientos entraron en los pueblos. Los venecianos se deslizaron sobre el lago helado, mientras que fuera de la costa oeste de Italia, marineros a bordo de barcos de guerra ingleses morían por el frío. “Creo que la Helada fue mayor (si no también más universal) que ninguna otra en la Memoria del Hombre”, escribió William Derham, uno de los observadores meteorológicos más meticulosos de Inglaterra. Estaba en lo cierto. Mas de trescientos años despues sigue ostentando el récord del invierno más frío de Europa.

Derham era el Rector de Upminster, a poco camino al noreste de Londres. Había estado comprobando su termómetro y barómetro tres veces al día desde 1697. De forma similar, cuidadosos observadores de dispersos por toda Europa hicieron lo mismo y sus registros coinciden notablemente. En la noche del 5 de enero, la temperatura bajó drásticamente y se mantuvo en caída. El 10 de enero, Derham registró -12 °C, la temperatura más baja jamás medida. En Francia, la temperatura bajó aún más. En París llegó a -15 °C el 14 de enero y se mantuvo así durante 11 días. Tras una breve recuperación a finales de mes, el frío retornó con furia y se mantuvo hasta mediados de marzo.

Más tarde durante ese año, Derham escribió un detallada crónica de la congelación y destrucción.Los peces se congelaron en los ríos, las piezas de caza cayeron en los campos y murieron, y los pequeños pájaros perecieron por millones. La pérdida de hierbas tiernas y árboles frutales exóticos no fue una sorpresa, pero incluso los duros robles y frenos nativos sucumbieron. La pérdida del cereal de trigo fue una “calamidad general”. Los problemas de Inglaterra fueron nimios, no obstante, en comparación con los que se sufría al otro lado del Canal de la Mancha.

En Francia, la helada se extendió por todo el país hasta el Mediterráneo. Incluso el rey y su corte en el suntuoso Palacio de Versalles sufrieron para mantenerse calientes. El Duque de Orleans escribió a su tía en Alemania: “Estoy sentado con un rugiente fuego, tengo una pantalla por delante de la puerta, la cual está cerrada, de forma que pueda sentarme aquí con una piel de marta alrededor de mi cuello y mis pies en una bolsa de piel de oso, y aún así estoy tan aterido de frío que apenas puedo sostener el lápiz. Nunca en mi vida había visto un invierno como este”.

En los hogares más humildes, la gente se iba a la cama y despertaba para encontrar sus gorros de dormir congelados en el cabecero de la cama. El pan se helada de tan forma que se necesitaba un hacha para cortarlo. De acuerdo con un canon de Beaune en Burgundy, “los viajeros murieron en el campo, el ganado en los establos, los animales salvajes en los bosques; casi todos los pájaros murieron, el vino se congeló en los barriles y se encendían fogatas públicas para calentar a los pobres”. De todo el país llegaban informes de gente que se congelaba hasta morir. Y con los caminos y ríos bloqueados por la nieve y el hielo, era imposible transportar comida a las ciudades. París esperó tres meses hasta que recibió suministros frescos.

Lo peor estaba por llegar. En todos sitios, los árboles frutales, castaños y olivos murieron. El cultivo de trigo del invierno fue destruido. Cuando por fin llegó la primavera, el frío fue reemplazado por la aún peor escasez de alimentos. En París, muchos sobrevivieron sólo gracias a las autoridades, que temiendo una revuelta, forzaron a los ricos a proporcionar comedores de beneficencia. Sin grano para hacer pan, alguna gente del país hizo “harina” moliendo helechos, añadiendo ortigas y cardos. Para el verano, hubo informes de gente hambrienta en los campos “comiendo hierba como las ovejas”. Antes de final de año había muerto más de un millón de personas de frío o hambre.

Por qué hizo tanto frío es difícil de explicar. La Pequeña Edad del Hielo estaba en su clímax y Europa experimentaba momento turbulentos: la década de 1690 vio una cadena de veranos fríos y cosechas fallidas, mientras que el verano de 1707 fue tan cálido que la gente moría de golpes de calor. Globalmente, el clima fue más frío, con la emisión del Sol en su punto mínimo en milenios. Hubo algunas espectaculares erupciones volcánicas en 1707 y 1708, incluyendo la del Monte Fuji en Japón y el Santorini y el Vesubio en Europa. Esto podría haber enviado polvo a gran altura en la atmósfera, formando un velo sobre Europa. Tal velo de polvo normalmente llevaba a veranos más fríos y a veces a inviernos más cálidos, pero los climatólogos creen que durante esta persistente fase fría, el polvo podría haber hecho caer las temperaturas tanto de invierno como de verano.

Puede que no haya una explicación simple para la Gran Helada de 1709. En las dos décadas tras ese terrible invierno, el clima se calentó muy rápidamente. Alguna gente apunta a eso y dicen que el calentamiento actual no es nuevo. Pero no son comparables. Los factores que causaron el calentamiento de entonces eran bastante distintos de los que funcionan ahora.

Comic Edita en España sobre el momento de la Gran Helada de 1709

viernes, 16 de febrero de 2018

Schwerer Gustav

Proyectado a finales de la década de los 1930 por la compañía Krupp, su coste ascendió a 7.000.000 de reichsmark, la moneda oficial alemana desde 1924 hasta el 20 de junio de 1948 y su objetivo principal, destruir la línea Maginot cuando se hiciera necesario.

Inicialmente se concibió como medio de propaganda del régimen a la par que como arma de gran alcance y poder destructivo, pero no dejó de ser un boceto hasta marzo de 1936, fecha en la que Hitler visita la fábrica interesándose por su viabilidad. A pesar de no haber dado ninguna orden al respecto, Gustav Krupp, sabedor del carácter del Führer, inició los trabajos de diseño y los correspondientes estudios balísticos; los planos fueron presentandos a la Heereswaffenamt -departamento de armamento del ejército- a principios del 1937, y su construcción comenzó el verano de ese mismo año.

Debido a su gigantesco tamaño, la tarea no era ninguna minucia. Los ingenieros encontraban serias dificultades para desarrollar tanto el sistema de carga como el tubo y, además, para facilitar su transporte, todo él debía montarse y desmontarse por secciones. Estos impedimentos hacían prever que la fecha más optimista de finalización rondaría el año 1940. Llegadas esas fechas, y tras la ocupación de Francia, Hitler, ahora ya sí, expresa su exigencia de que el cañón se convierta en una realidad, por lo que los esfuerzos para terminarlo se redoblaron: a últimos de ese mismo año se concluyó la fabricación del tubo, y durante el 1941 se hicieron pruebas de fuego real y se llevaron a cabo las necesarias modificaciones sobre el proyecto original. A principios de 1942 el conjunto fue finalmente ensamblado y se realizaron las últimas pruebas en presencia del Führer. Había llegado el momento de llevarlo al frente.

Si su construcción fue una labor titánica, su traslado no lo era menos. Se precisaban 25 vagones de tren para albergar todas las piezas, y lo acompañaban cerca de 1.400 hombres al mando de un coronel. De ellos, 500 podían considerarse sus sirvientes, encargados del mantenimiento y manejo de la munición, y el resto lo formaban una unidad de inteligencia, responsable de estudiar los objetivos a atacar, dos batallones de artillería antiaérea que protegían al Gustav del enemigo en todo momento, y dos compañías de centinelas que lo vigilaban constantemente. También había que sumar a los zapadores ferroviarios encargados del tendido de las vías, personal administrativo y un grupo de ingenieros de la Krupp atentos siempre a cualquier problema que pudiera surgir.

El ensamblado llevaba alrededor de seis semanas, y era preciso tender una vía de cuatro raíles sobre la que se disponía el Gustav con la ayuda de dos grúas-puente de 10 Tm., más otra vía adicional de dos railes para la grúa que cargaba los proyectiles. Todo el conjunto se sustentaba en el chasis, el cual, a su vez se apoyaba en cuatro bojes de 20 ejes cada uno, o lo que es lo mismo, 160 ruedas.

La primera ocasión en la que el Gustav pudo demostrar su poder fue durante el sitio de Sebastopol, cuya fortaleza era muy interesante para los nazis  como base naval y como puerto de abastecimiento para los ejércitos del sur. La batalla comenzó el 5 de junio de 1942, y al finalizar la jornada ya habían caído gran parte de las baterías de costa y el conocido como Fuerte Stalin, todo él construído en hormigón. Ese día, el Gustav efectuó 14 disparos, con una cadencia de uno cada 15 minutos.

El día 6 el objetivo fue el Fuerte Molotov, demolido por siete proyectiles. A continuación le llegó el turno al Acantilado Blanco, punto desde el que debía alcanzarse un polvorín subterráneo bajo la Bahía de Severnaya. Considerado hasta ese momento como invulnerable para las armas convencionales, al Gustav le bastó lanzar nueve proyectiles para perforar el fondo del mar, a 30 m. de la superficie, atravesar el techo de hormigón de 10 m. de grosor, y hacerlo estallar.

El día 7, con siete disparos, se dió cuenta de la fortificación conocida por los alemanes como Südwestspitze.

El día 11 cae el Fuerte Siberia con cinco impactos, y el 17, el Fuerte Gorki de otros cinco.

El 4 de julio finaliza la ofensiva. La ciudad queda devastada tras caer sobre ella más de 500.000 proyectiles, 30.000 Tm. de material arrojado por todas las piezas artilleras que participaron en la contienda. Afortunadamente, la mayoría de la población civil se pudo poner a salvo en los innumerables túneles subterráneos que horadaban el lugar.

Tras la batalla, el cañón del Gustav es desmontado y sustituído por otro de repuesto, siendo el original enviado a Essen para ser revisado, mientras el resto de las piezas son desmontadas para ser llevadas hasta la que será su próxima misión, el asalto a Leningrado. Cuando ya había sido montado de nuevo a 30 Km. de la ciudad rusa, se cancela la orden de ataque, permaneciendo allí ese invierno, y el año 1943 es trasladado de nuevo a Alemania, donde se efectúan las que serían las últimas tareas de mantenimiento.

La vida del Gustav termina alrededor de abril de 1945, cuando sus restos, inutilizados posiblemente por las propias tropas nazis para que no fueran aprovechados por los aliados, fueron hallados en un bosque próximo a la localidad de Chemnitz, cerca de la frontera con la República Checa.

Gustav tuvo una hermana gemela, Dora, que llegó a emplazarse a 15 Km. de Stalingrado estando dispuesto para entrar en acción el 13 de septiembre de 1942, sin embargo, nunca llegó a emplearse, ya que cuando el cerco a la ciudad comenzó a fracasar y las tropas nazis iniciaban la retirada, fue también destruído y sus piezas diseminadas por la Europa oriental.

El Gustav estuvo a punto de pisar suelo español, ya que Hitler pretedía utilizarlo, dentro de la Operación Félix para destruir el Peñón de Gibraltar, importante centro de comunicaciones del ejército británico que controlaba -y sigue controlando- todo el tráfico marítimo del Estrecho, pero debido a la neutralidad del gobierno del general Franco durante el devenir de la II Guerra Mundial, hizo que el plan fuera abortado.

Dora

Schwerer Gustav


Restos abandonados del Schwerer Gustav o Dora

Calibre 800mm que usaba el Schwerer Gustav

Recreacion del Schwerer Gustav en el juego Call of Duty WW2

jueves, 15 de febrero de 2018

Ordos

Desde hace unos años, China entró en una enloquecida espiral de construcción de ciudades, barrios pueblos... fantasma. Varios artículos en la red se preguntan cual es la finalidad de la Republica Popular China. Porque se construyen millones de departamentos, miles de rascacielos, casas y hasta centros comerciales que quedan completamente vacíos? Se calcula que hay 64 millones de casa vacías, y cada año se construyen 20 nuevas ciudades en las vastas tierras de nadie en el interior del país.

Sólo en China es posible un desatino de este calibre: un escenario distópico acabado y listo para usar en forma de megaciudad. Ordos, uno de los grandes proyectos para recolocación de emigrantes o desplazados en el país, está preparada para acoger a un millón de habitantes. Los cálculos más optimistas hablan de no más de 100.000 y casi todos son funcionarios públicos, obligados a la fuerza a desplazarse a la remota población, situada en el suroeste de la Mongolia Interior, una de la regiones autónomas de la República Popular China.

Una docena más Aunque las autoridades camuflan la realidad y retocan el censo añadiendo a la ciudad los residentes en toda la prefectura, el proyecto es uno de los grandes escándalos del país. El presupuesto total de la construcción nunca ha sido revelado, pero se calcula que no bajó de 200 billones de dólares, casi en su totalidad procedentes de dinero público. Al parecer no es el único caso de ciudad fantasma: la prensa ha informado de al menos una docena más de urbes construidas para nada y para nadie.

Las fotos de satélite muestran a Ordos como una ciudad moderna, planeada en forma de octaedro y con un diseño en apariencia cómodo para los habitantes. Tiene zonas residencial, con torres de hasta 20 pisos y un distrtito financeiro, con construcciones aún más altas. Ni las primeras ni las segundas han sido ocupadas. Las imágenes tomadas en la superficie urbana por el fotógrafo suizo Adrien Golinelli (1987) son desoladoras.

El documentalista acaba de publicar el libro Ordos: the Stillborn City (Ordos: la ciudad aún naciente) que muestra la demencia , megalomanía y sinsentido de una idea enloquecida.

Adrien Golinelli
Pese a que se trata de una ciudad en la estepa, un lugar con un clima extremo, Ordos sufrió una burbuja inmobiliaria antes de estar construida del todo. La cercanía de las importantes minas de carbón que abastecen a las centrales térmicas chinas hizo que los precios de las propiedades se disparasen antes de que empezaran a llegar los potenciales nuevos residentes: un apartamento de 60 metros cuadrados alcanzaba los 50.000 euros, cantidad inalcanzable para la gran mayoría de los chinos, incluso para la nueva clase media que pretendían atraer hacia el lugar.

Las fotos de Golinelli muestran un escenario "oscuro y cínico", dice Christian Caujolle en el prefacio del libro, donde el fotógrafo "se esfuerza por capturar fielmente y con una meticulosa precisión una atmósfera tan irreal que parece inventada".