lunes, 22 de septiembre de 2014

Mezhgorye

Las ciudades cerradas fueron creadas a partir de finales de la década de 1940 bajo el nombre eufemístico de “buzones postales” (en referencia a la costumbre de enviar el correo hacia ellas mediante buzones de correo ubicados en otras ciudades). Las había de dos categorías distintas. La primera categoría incluía comunidades que albergaban complejos industriales, militares o científicos que eran considerados sensibles, tales como plantas de fabricación de armas o centros de investigación nuclear. Ejemplos de ciudades de este tipo eran Perm, un centro de fabricación de tanques de guerra; Gorky, donde fue exiliado el disidente Andrei Sájarov para limitar sus contactos con los extranjeros; y Vladivostok, que era la base de la flota Soviética del Pacífico.

En la segunda categoría se encontraban ciudades en las fronteras (y áreas fronterizas enteras, como por ejemplo el Óblast de Kaliningrado) que se encontraban cerradas a causa de razones de seguridad. Zonas cerradas similares existían en otras partes del bloque soviético; una gran zona a lo largo de la frontera interna alemana y la frontera entre Alemania del Este y Checoslovaquia tenían restricciones similares.

Pero podriamos decir que existe una tercera categoria, ciudades de las que no se sabe absolutamente nada. Mezhgorye, se encuentra en ese tercer tipode ciudades cerradas.

Una ubicacion escogida

Monte Yamantau
La ubicación de muchas de estas ciudades cerradas se debía a sus características geográficas y/o industriales. Estas se hallan en remotos parajes de la geografía de los antiguos estados de la Unión Soviética, tales como Rusia y Ucrania, en lugares como los situados en lo profundo de los Montes Urales y en la lejana Siberia, que se hallan fuera del alcance de cualquier bombardero enemigo. Se construían cerca a ríos y/o ensenadas y también de lagos de donde éstas pudiesen disponder de grandes cantidades de agua, necesaria para el proceso de los reactores nucleares de agua pesada, y de la industria siderúrgica, espacial, entre otras de interés especial para el gobierno. Existían alojamientos para los civiles que las construyeron en las cercanías de estos complejos. Y al intempestivo e impredecible cierre de estos complejos que se originaba en simulacros de ataques hipotéticos, seguía luego una vida "normal" bajo unas condiciones más favorables; en la práctica, estas ciudades tuvieron un estilo de vida propio y se convirtieron en una notable forma del poder institucional del régimen Soviético.

Los accesos y viajes hacia estos complejos eran estrictamente controlados. Los extranjeros tenían prohibida la visita de estas ciudades, así mismo a los habitantes se les tenían restringidas las relaciones y el hablar con los visitantes. Estos visitantes debían portar una serie de permisos especiales para viajar a ellas o abandonarlas, y cualquiera que buscase residir en estas debía obtener un permiso concedido primero por la NKVD, y luego por su sucesora, la KGB. El acceso a algunas instalaciones era físicamente restringido mediante el uso de tropas especiales del Ejército Rojo y rejas así como cercados electrificados, custodiados y monitoreados por guardias armados.

Mezhgorye

Mezhgorye
En un lugar remoto de los Montes Urales, dentro de un área prohibida, se encuentra un macizo de nombre inquietante: Yamantau, que en el idioma bashkir local significa Montaña Mala. Y dicen que entre 1996 y 2007 Rusia ha construido bajo él un inmenso complejo subterráneo, a mil metros de profundidad bajo la roca de cuarzo. No se ha hecho público para qué sirve. No se sabe lo que es. Pero es muy grande.

Oficialmente, en Mezhgorye también hay únicamente una mina vinculada a la industria siderometalúrgica de la región, gestionada por una empresa que ha cambiado de nombre varias veces pero ha permanecido invariablemente dirigida por un general en activo (entre ellos, un tal Leonid Akimovich Tsirkunov). Un antiguo funcionario comunista regional, en cambio, afirmó que se trata de un refugio de última línea para la dirigencia rusa en caso de guerra total; esta es la opinión más extendida en Occidente. Otras voces aseguran que se trataría de un almacén de reserva de armas atómicas: está cerca (lo que en Rusia llaman cerca) del enorme conglomerado de ciudades cerradas para la construcción de armamento especial en torno a Chelyabinsk, equidistante a tres polígonos de lanzamiento de misiles termonucleares (Nizhny Tagil, Yoshkar-Olá y Dombarovsky, este último con capacidad espacial).

Uniendo estas dos últimas ideas, algunos han concluido que la instalación subterránea del Yamantau podría formar parte de una especie de santuario nacional o nido del águila, al amparo del Distrito Militar del Volga-Urales, donde retirarse para dar la defensa final y luchar la última de todas las guerras (o negociar una paz conveniente) en caso de conflicto total. Este santuario de límites difusos se correspondería con un área montañosa secretista del tamaño de España, fácil de defender, provista con numerosos centros industriales, científicos y tecnológicos, cubierta por tres divisiones mecanizadas y varias brigadas spetsnaz, equipada con grandes aeropuertos donde replegar importantes fuerzas aéreas, albergando los tres polígonos de fuerzas nucleares mencionados con misiles SS-25 Tópol, SS-27 Tópol-M y SS-18 Satán (y probablemente los nuevos RS-24 Yars, en un futuro próximo).

Con estas especulaciones sobre la mesa, no es tampoco extraño que la instalación se haya vinculado también al mítico Perimetr, el sistema de mano del hombre muerto que pondría automáticamente en marcha la represalia termonuclear contra sus blancos predeterminados en caso de que la estructura de mando político o militar quedara desarticulada.

Otras fuentes han planteado otras hipótesis, no necesariamente incompatibles con lo anterior; según estas, el complejo subterráneo del monte Yamantau podría ser también un depósito para los archivos y tesoros nacionales más secretos y esenciales de Rusia, heredados de la URSS y del Imperio Zarista. El general Tsirkunov, después diputado en la Asamblea de Bashkiria, aseguró con mucho desparpajo que tan solo se trata de un almacén de comida y ropa para caso de emergencia. Por otra parte, quienes afirman que es un gran centro de mando, control e inteligencia se encuentran con el problema de que el macizo de cuarzo dificulta las comunicaciones, y no hay antenas exteriores visibles; o han tirado fibra óptica por los montes, o el centro de mando no está ahí.

El complejo secreto del Monte Yamantau.

Mezhgorye
La localidad cerrada de Mezhgorye fue fundada en 1979 bajo el nombre Ufá-105, evidenciando que ya la Unión Soviética tenía alguna intención de hacer algo por esos riscos inaccesibles. Esto de las ciudades cerradas que llevan el nombre de una (distante) población mayor con un sufijo numérico fue una idea soviética, surgida durante la Segunda Guerra Mundial y aplicada masivamente con el desarrollo de los programas nucleares, espaciales y similares. La mayor parte de ellas eran naukogrados, esto es, poblaciones científicas e industriales llenas de personal especializado, casi siempre con la mejor calidad de vida que la URSS podía ofrecer (y en algunas de ellas, no era poca, incluso con rasgos de lujo asiático). Muchas eran de nueva creación, frecuentemente a partir de aldeas o pueblecitos anteriormente irrelevantes en la inmensidad rusa.

Así, para entrar en contacto con un tal Vladimir Popov que residiera en la ciudad cerrada del centro de investigaciones nucleares de Sarov, mandarías tu carta a Vladimir Popov, apartado 16, Arzamas (lo que en la costumbre postal rusa se puede escribir como Arzamas-16); Arzamas es una ciudad comercial y cultural corriente situada a 60 km de distancia. Si llamabas por teléfono, el código telefónico local sería el de Arzamas (y probablemente alguien más escucharía vuestra conversación). Y así con todo.

Apartado de correos 105, Ufá

Escudo de Mezhgorye
Ufá-105, asi empezo todo. Poco tiene que ver con la verdadera ciudad industrial de Ufá. De hecho, está a casi 200 km de distancia. Se estableció como una pequeña comunidad minera, aparentemente compuesta por geólogos e ingenieros de minas. Pronto, el gobierno descubrió que era de lo más conveniente tender una línea del ferrocarril a esos poblachos montañeses y, ya puestos, una estupenda carretera, ¿por qué no? Total, iban de camino 20.000 o 30.000 mineros para extraer... no se sabe qué. Poco después le cambiaron el nombre, aumentando así la confusión: pasó a llamarse Beloretsk-16; la auténtica Beloretsk se halla a unos 30 o 40 km. Tras el colapso de la Unión Soviética, aparecieron otras dos pequeñas localidades mineras en el área, llamadas Beloretsk-15 y Alkino-2.

En 1995, estas tres localidades fueron unificadas en una sola población cerrada, a la que llamaron Mezhgorye. Por esas mismas fechas, el monte Yamantau al completo fue declarado también area cerrada (aparecen como entidades distintas en el registro de zonas cerradas de la Federación Rusa, a pesar de estar juntas). Se cree que las obras comenzaron en 1997 y finalizaron en 2007; al parecer, a partir de esa fecha ha habido algunos conflictos laborales en los tribunales locales debido a que una parte significativa de los mineros han sido despedidos (en tiempos de la URSS habrían sido reasignados a otros proyectos del estado, repartidos por zonas distantes, o les habrían conseguido trabajo en una industria o en el ferrocarril).

Las características del complejo subterráneo están sujetas a especulación. Diversas fuentes lo han descrito como un termitero dentro de la montaña, a más o menos un kilómetro de profundidad (esto es, a unos 600 metros sobre el nivel del mar; el Yamantau tiene 1.610 metros hasta la cima), lejos de donde puede llegar cualquier cabeza de penetración en el subsuelo. Fuentes occidentales lo describen con el tamaño de la ciudad de Washington hasta la Beltway, no se sabe con cuántos niveles, lo que vendría siendo una monstruosidad y puede que una exageración. Alguna de ellas, vinculada a los servicios secretos norteamericanos y británicos, ha llegado a sugerir que si estuviera compuesta de habitáculos, tendría capacidad para unas 60.000 personas.

Área restringida.

No es posible saber en la actualidad si tales suposiciones tienen visos de verosimilitud. Lo único cierto es que está completamente prohibido penetrar en el área, y los montañeros locales que se han aventurado bajo el paraguas de alguna federación deportiva, dicen que es muy peligroso acercarse a la montaña: cuando lo intentas, pronto descubres que hay soldados controlando tus movimientos desde los bosques circundantes. Si te aproximas un poco más, te piden la documentación y te preguntan qué pintas tú por allí. Que se sepa, nadie ha desafiado hasta el momento esta clara disuasión. A los excursionistas locales se les permite llegar hasta una cima cercana (el Mashaki o Pequeño Yamantau) por senderos autorizados. Afirman, quizá con alguna ironía, que "es más bonita". Según cuentan, en la cumbre del Yamantau propiamente dicho sigue habiendo un busto de Lenin (es el pico más alto de los Urales Meridionales).

La unica foto del complejo, demasiado dudosa.
La zona está totalmente clausurada a extranjeros e incluso a ciudadanos rusos sin alguna razón clara que justifique su presencia. Para acceder a la población cerrada, hay que obtener una invitación previa de alguna entidad autorizada y luego presentar una solicitud motivada ante el FSB (ex KGB) local vinculado a una cierta "unidad militar 55041" (o ante la Embajada Rusa en tu país). Las autoridades rusas se reservan el derecho de rechazar estas solicitudes sin dar ninguna explicación, o limitarlas a una fecha o recorrido determinados. El espacio aéreo está restringido por completo y es conocido que hay sistemas antiaéreos S-300 en el distrito, así como interceptores MiG-31 en Perm, a menos de quince minutos de vuelo (para ellos...); no se sabe de nadie que haya intentado desafiar esta prohibición.

La legislación rusa prevé severas penas de prisión en algún lugar muy frío para personas –nacionales o extranjeros– capturados en violación de un área cerrada, suponiendo que no ocurra algún accidente durante el arresto. La gente de allí, según dicen, prefiere no tentar la suerte fuera de los caminos autorizados. De todas formas, nadie sabe dónde está exactamente el complejo subterráneo o sus accesos.

Recreacion del interior del monte Yamantau
Tampoco se sabe cuál es el estado del complejo: si está terminado, si está ocupado, si está mantenido. Uno de estos excursionistas dice haber encontrado a bastante altitud una gran cantidad de maquinaria minera gastada y abandonada a principios de 2008 ("un campo de hierro", en sus propias palabras). Sigue siendo bastante habitual en Rusia abandonar maquinaria pesada deteriorada por un uso intensivo, que no justifique los costes de sacarla de donde esté y trasladarla a algún otro lugar para su destrucción. Los chatarreros suelen beneficiarse de esta costumbre, pero un particular no puede meter allí vehículos sin permiso para recuperarla.

En todo caso, después de los grandes enigmas que caracterizaron a la URSS durante toda la Guerra Fría, quizás estemos ante el primer gran misterio postsoviético: la instalación subterránea secreta de la montaña Mala, según los antiguos bashkires. Allí abajo (o arriba, según se mire) los rusos han cavado un agujero muy grande, y aunque oficialmente sigue siendo sólo una mina, nadie sabe lo que es. Al menos, nadie que esté dispuesto a publicarlo.