Armando Valdés Garrido nació el 24 de diciembre de 1954 en Santiago de Chile. En 1973 Se presentó al servicio militar e ingresó en 1974. Fue trasladado a Putre, donde se licenció como instructor, el acontecimiento ocurrió cuando tenía 23 años de edad.
Una fría y oscura noche de abril de 1977, un grupo de militares del Regimiento Huamachuco patrullaba el altiplano chileno , en las cercanías de Putre (pampa Lluscuma). La patrulla estaba comandada por el cabo Armando Valdés.
Aproximadamente a las 4:00 de la madrugada se indica que uno de los guardias habría avistado y alertado a sus compañeros de una luz fluorescente que habría descendido desde el cielo estrellado y ocultado detrás de un cerro a un kilómetro de distancia. Luego, cuando se habría alistado en sus caballos para ir a ver lo sucedido, se dice que apareció una segunda luz, a sólo 500 metros, que los enfrentó.
La patrulla se habría atemorizado y desconcertada se habría reunido y tratado de protegerse. En ese momento se menciona que el cabo Valdés avanzó hacia la luz y gritó: «En el nombre de Dios, identifíquense»; las que habrían sido sus últimas palabras antes de indicarse que posteriormente habría desaparecido por minutos y luego habría caído acostado, con la barba crecida, ojos desorbitados, el reloj adelantado cinco días y repitiendo la frase «Ustedes no saben quiénes somos, ni de dónde venimos, pero volveremos».
La verdad del caso
Según una entrevista por la revista española Más "Allá", Valdés habría aclarado lo que ocurrió. Una fuerte luz desconocida en medio de una neblina asustó al grupo de militares que estaban en un punto fronterizo bajo una situación de riesgo prebélico y a los animales que cuidaban, que rompieron una pared que con dificultad habían construido.
Los militares se replegaron al rancho o refugio y apagaron el fuego que les delataba su posición y quedaron atrapados a oscuras frente a una luz que les enceguecía y cubría la única salida. Tras un rato el cabo salió a enfrentar la luz y les gritó para que se identificaran. Mientras los soldados asustados quedaban dentro sin poder ver por el foco de luz que les apuntaba, Valdés decidió moverse a un punto donde la luz no le apuntara y poder ver bien y se puso por detrás de una pared donde aprovechó para orinar.
Permaneció ahí escuchando a sus soldados y sin saber qué hacer. Cuando escuchó que sus soldados pensaban salir disparando, se apresuró en regresar y saltó frente a la única puerta sorprendiendo a los soldados que sólo le vieron aparecer frente a la luz. Dijo algunas palabras que asustaron aun más a los soldados.
Al día siguiente los soldados contaron su versión de lo que pudieron ver, que se difundió con diversos detalles adicionales. Ellos afirmaron que cuando se reencontraron con el cabo, el yacía recostado en el suelo y que cuando se acercaron el repitió la frase que se detalla en el relato oficial. En esa época, Chile se encontraba bajo una dictadura militar cuestionada por sus violaciones a los derechos humanos y con control absoluto de la prensa y se sostiene que este contexto dificultó desmentir en ese momento las versiones de la prensa. El gobierno aprovechó el mito que se creaba para ocultar la existencia de cientos de caballos militares tan cerca de la frontera, que delataba los planes estratégicos frente al inminente conflicto
Versión que apoya la abducción
Según algunas entrevistas al Cabo Valdés, los hechos acontecieron a las 3:45 de la madrugada cuando una patrulla perteneciente al regimiento Huamachuco, integrada por los soldados: Humberto Rojas Bell, Iván Robles Riera, Germán Riquelme Valle, Raúl Salinas, Pedro Rosales, Juan Reyes, y Julio E. Rojas Suárez, al mando del cabo Armando Valdés (algunas fuentes ufológicas han llegado a afirmar la participación de unos militares e ingenieros israelíes, que participaban en unas maniobras estratégicas) tras compartir al calor de una fogata vieron una luz que descendía y se posaba entre las colinas, a unos 500 metros.
El cabo como líder se internó en la luminosidad y habría desaparecido. Según los testimonios regresó 15 minutos después y se desvaneció. Cuando recuperó la conciencia dijo: “Ustedes no saben quiénes somos ni de dónde venimos, pero les aseguro que pronto volveremos”, tras lo cual volvió a desmayarse.
Sus compañeros señalaron que tras la experiencia, su rostro mostraba una barba de varios días, aunque Valdés supuestamente se había afeitado un momento antes de su desaparición. Además su reloj digital se había parado y el marcador de la fecha señalaba cinco días más tarde, como si para Valdés hubiera transcurrido una semana en vez de unos unos minutos.
El Cabo Valdés fue entrevistado por Cuarto Milenio, un programa televisivo que trata en general sobre temáticas sobrenaturales. En esta entrevista el Cabo niega la versión en la que él se había ido a orinar en momentos de la aparición de la luz, y ratifica su desaparición y su amnesia durante el momento de su supuesta abducción.
Cuestionamientos
Una fría y oscura noche de abril de 1977, un grupo de militares del Regimiento Huamachuco patrullaba el altiplano chileno , en las cercanías de Putre (pampa Lluscuma). La patrulla estaba comandada por el cabo Armando Valdés.
Aproximadamente a las 4:00 de la madrugada se indica que uno de los guardias habría avistado y alertado a sus compañeros de una luz fluorescente que habría descendido desde el cielo estrellado y ocultado detrás de un cerro a un kilómetro de distancia. Luego, cuando se habría alistado en sus caballos para ir a ver lo sucedido, se dice que apareció una segunda luz, a sólo 500 metros, que los enfrentó.
La patrulla se habría atemorizado y desconcertada se habría reunido y tratado de protegerse. En ese momento se menciona que el cabo Valdés avanzó hacia la luz y gritó: «En el nombre de Dios, identifíquense»; las que habrían sido sus últimas palabras antes de indicarse que posteriormente habría desaparecido por minutos y luego habría caído acostado, con la barba crecida, ojos desorbitados, el reloj adelantado cinco días y repitiendo la frase «Ustedes no saben quiénes somos, ni de dónde venimos, pero volveremos».
Armando Valdés Garrido (2013) |
Según una entrevista por la revista española Más "Allá", Valdés habría aclarado lo que ocurrió. Una fuerte luz desconocida en medio de una neblina asustó al grupo de militares que estaban en un punto fronterizo bajo una situación de riesgo prebélico y a los animales que cuidaban, que rompieron una pared que con dificultad habían construido.
Los militares se replegaron al rancho o refugio y apagaron el fuego que les delataba su posición y quedaron atrapados a oscuras frente a una luz que les enceguecía y cubría la única salida. Tras un rato el cabo salió a enfrentar la luz y les gritó para que se identificaran. Mientras los soldados asustados quedaban dentro sin poder ver por el foco de luz que les apuntaba, Valdés decidió moverse a un punto donde la luz no le apuntara y poder ver bien y se puso por detrás de una pared donde aprovechó para orinar.
Permaneció ahí escuchando a sus soldados y sin saber qué hacer. Cuando escuchó que sus soldados pensaban salir disparando, se apresuró en regresar y saltó frente a la única puerta sorprendiendo a los soldados que sólo le vieron aparecer frente a la luz. Dijo algunas palabras que asustaron aun más a los soldados.
Al día siguiente los soldados contaron su versión de lo que pudieron ver, que se difundió con diversos detalles adicionales. Ellos afirmaron que cuando se reencontraron con el cabo, el yacía recostado en el suelo y que cuando se acercaron el repitió la frase que se detalla en el relato oficial. En esa época, Chile se encontraba bajo una dictadura militar cuestionada por sus violaciones a los derechos humanos y con control absoluto de la prensa y se sostiene que este contexto dificultó desmentir en ese momento las versiones de la prensa. El gobierno aprovechó el mito que se creaba para ocultar la existencia de cientos de caballos militares tan cerca de la frontera, que delataba los planes estratégicos frente al inminente conflicto
Versión que apoya la abducción
Según algunas entrevistas al Cabo Valdés, los hechos acontecieron a las 3:45 de la madrugada cuando una patrulla perteneciente al regimiento Huamachuco, integrada por los soldados: Humberto Rojas Bell, Iván Robles Riera, Germán Riquelme Valle, Raúl Salinas, Pedro Rosales, Juan Reyes, y Julio E. Rojas Suárez, al mando del cabo Armando Valdés (algunas fuentes ufológicas han llegado a afirmar la participación de unos militares e ingenieros israelíes, que participaban en unas maniobras estratégicas) tras compartir al calor de una fogata vieron una luz que descendía y se posaba entre las colinas, a unos 500 metros.
El cabo como líder se internó en la luminosidad y habría desaparecido. Según los testimonios regresó 15 minutos después y se desvaneció. Cuando recuperó la conciencia dijo: “Ustedes no saben quiénes somos ni de dónde venimos, pero les aseguro que pronto volveremos”, tras lo cual volvió a desmayarse.
Sus compañeros señalaron que tras la experiencia, su rostro mostraba una barba de varios días, aunque Valdés supuestamente se había afeitado un momento antes de su desaparición. Además su reloj digital se había parado y el marcador de la fecha señalaba cinco días más tarde, como si para Valdés hubiera transcurrido una semana en vez de unos unos minutos.
El Cabo Valdés fue entrevistado por Cuarto Milenio, un programa televisivo que trata en general sobre temáticas sobrenaturales. En esta entrevista el Cabo niega la versión en la que él se había ido a orinar en momentos de la aparición de la luz, y ratifica su desaparición y su amnesia durante el momento de su supuesta abducción.
Cuestionamientos
- Durante años la historia no tuvo investigación seria ni cuestionamientos. Solo tras el fin de la dictadura comenzaron a hacerse públicas las objeciones:
- Nunca fue una patrulla: En realidad era un grupo de soldados que cuidaban los caballos del ejército. La prensa y el ejército le denominaron patrulla por el problema limítrofe.
- Nunca se estudió ni fotografió el reloj en cuestión.
- Existían contradicciones entre los diferentes versiones dadas por prensa ufológica propias de las diferentes investigaciones de este tipo de eventos.
- El ex cabo Valdés se desempeña como pastor de iglesia protestante en Chile y en todas las últimas entrevistas públicas que ha dado se ha dedicado a desmitificar la historia.
- El 18 de febrero de 2013 tras una entrevista con TVN de Chile, el cabo Valdés indica que toda la historia fue falsa.
El caso del Cabo Valdés