viernes, 16 de mayo de 2014

El monstruo de Sabadell

 Un día como otro cualquiera del mes de septiembre de 1981, los vecinos de Sabadell sopesaron muy seriamente la posibilidad de que –en sus cloacas- habitara una extraña y desconocida alimaña de gran tamaño.

La historia comienza cuando los propietarios del bar Sans, situado en la calle Brutau de dicha localidad, detectan una avería en su lavadero. Algo está atrancando las cañerías. Tras una primera inspección, y con gran sorpresa, descubren que lo que estaba taponando la tubería era un extraño animal “con forma de serpiente y cabeza de sepia”, de unos tres o cuatro metros de largo y unos cincuenta centímetros de grosor.

La criatura presentaba un color gris viscoso y pesaba unos tres kilos aproximadamente. Lo más espeluznante es que- según los testigos – estaba vivo y se movía. ¿Un monstruo desconocido en las cloacas de Sabadell? ¿Una enorme y desagradable tenia?

Ante tal hallazgo, los dueños del bar decidieron dar aviso a los servicios municipales. Tras un primer vistazo, el propio veterinario de la localidad, Albert Villa, consideró que “se trata de un animal híbrido que ha sufrido una mutación y puede vivir en el inframundo de las cloaca”, aventurando que –probablemente – exista una pequeña colonia de estos monstruos que hayan podido adaptarse a este inhóspito hábitat.

El animal, trasladado al laboratorio municipal, murió a los pocos minutos, según comentaron. Sin embargo, y tras un análisis más concienzudo, Villa determinó que tan sólo se trataba del intestino de un caballo lleno de porquerías y adherencias, la misma conclusión a la que llegó el doctor Gonzálvez, del zoológico de Barcelona. El monstruo resultó ser una tripa de caballo.

El asunto produjo un gran revuelo no sólo entre la gente de la localidad, sino a nivel nacional, y fue seguido por la prensa durante casi dos meses. Mientras tanto, los vecinos del lugar temían que el suceso pudiera volver a producirse pues recordaban que, allá por 1973, ya se había dado un caso similar.


Pero la historia del monstruo no termina aquí. Las cloacas de Sabadell continuaron deparando desagradables sorpresas hasta en dos ocasiones más. El último de estos bichos del que se tiene noticia, volvió a aparecer en la cloaca en la que desagüa dicho bar el 13 de octubre del mismo año.

En esta ocasión, el animal tenía unos dos metros de largo, piel viscosa y numerosas ventosas a lo largo de su cuerpo.

Recreacion de la criatura hecha por Cuarto Milenio
El propietario del bar lo guardó en una bolsa de plástico y lo depositó en el congelador, a la espera de ser examinado por algún experto lo que –al parecer – nunca se produjo. Lo que sí sucedió fue que el Ayuntamiento de la localidad abrió expediente al dueño del establecimiento por haberlo guardado en el congelador junto a otros alimentos. Surrealista, al menos…

En la actualidad, los habitantes de Sabadell aún recuerdan el caso del monstruo de las cloacas y son muchos los que –lejos de creer en la versión oficial – opinan que lo que se movía por el inframundo de su ciudad no era sino un extraño y desagradable animal desconocido.

Y es que las alcantarillas pueden dar mas de una sorpresa, y su no os lo creeis echad un vistazo a esta video grabado en Carolina del Norte. ¿Que demonios es eso de las alcantarillas?



El bicho de las alcantarillas del video, no es más que un gusano llamado Tubiflex.“Tubifex tubifex, also called the sludge worm, or sewage worm”. Es una especie de tubificid (gusano segmentado) anelido, que habita en los sedimentos de lagos y ríos en varios continentes.

T. tubifex Estas lombrices ingieren sedimentos, a su vez pueden digerir selectivamente bacterias, y absorber las todas aquellas moléculas orgánicas a través de la pared corporal. Los gusanos pueden sobrevivir con poco oxígeno agitando su hemoglobina la cual se encuentra bien concentrada en su cola, para explotar todo el oxígeno disponible.  También pueden sobrevivir en zonas tan contaminadas con materia orgánica que casi ninguna otra especie puede soportar por la formación de un quiste de protección y la reducción de su tasa metabólica, en la dispersión del gusano.