El Monte Roraima |
El Monte Roraima, también conocido como Tepuy Roraima o Cerro Roraima, es una montaña de 2.810 metros de altura localizada en la sierra sudamericana de Pacaraima, en la frontera entre Venezuela, Brasil y Guyana. La cima es una meseta de 31km² rodeada por unos acantilados de 400 metros de altura, lo que le da un aspecto realmente espectacular.
Antiguamente conocido entre los locales como la madre de todas las aguas, se trata de uno de los lugares más húmedos del planeta, lloviendo prácticamente todos los días del año. Desde su cima caen numerosas cascadas de agua sobre las sabanas boscosas que la rodean.
Fue descrita por primera vez por el explorador británico Sir Walter Raleigh en 1596. Su figura imponente y el ecosistema que le rodea inspiraron a Sir Arthur Conan Doyle para escribir su clásica novela de aventuras “Mundo Perdido” (1912). Y el lugar no dista mucho de lo que Doyle creyó ver en él: es un enclave sumamente misterioso. No hacen falta los dinosaurios que creó el escritor británico para impresionarse con Roraima. Su figura, como la de su “hermano” Kukenán, llaman la atención en medio de la selva venezolana. Esta lleno de cascadas, cuevas, cristales de cuarzo y, como era de esperarse, de constantes avistamientos de ovnis. Perdido.
Ovnis en Roraima
Roraima -Madre de las Aguas- |
El Monte Roraima desde Venezuela |
Llegar hasta alli
Roraima y el Kukenán |
En el camino se cruza el río Kukekán, que se forma en el Tepuy del mismo nombre que se alza al lado de Roraima. Curiosamente, a pesar de que es tan bello e impactante como Roraima, casi nadie se atreve a subir a él. Hasta los pemones le tienen miedo. Roraima está íntimamente conecta al mundo subterráneo. No sólo por la formación geológica que ha creado grandes cavidades en su interior, sino por las leyendas que hablan de la existencia de seres que protegen esos túneles y que, a decir de los indios pemones, eventualmente asisten a los exploradores extraviados.
Secretos del Roraima
Hablan de las luces que se ven en el lugar, recorriendo el hermoso cielo estrellado de aquellas latitudes y, a veces, descendiendo para pasar entre los dos tepuyes. Para los indios, ambos representan energías distintas. Kukenán, sería el lado masculino del lugar, y Roraima, asociada al agua y la purificación, el aspecto femenino, la madre y el origen.
Kukenán
Los pemones tienen un gran respeto y admiración por Roraima, pero también una especie de temor por su tepuy gemelo que casi nadie se atreve a subir: el Kukenán. ¿Por qué? Algunos piensan que en ese tepuy se dieron acontecimientos trágicos, como la muerte de indios guerreros en tiempos pasados que preferían arrojarse desde lo alto del Kukenán a seguir viviendo luego de haber perdido una batalla. Supuestamente, se suicidaban por honor. Sin embargo otras leyendas dicen que ese tepuy “mató” en el pasado a los indios. Algunos de estos relatos dicen que una bestia o monstruo de aspecto reptil devoraba a los hombres, mujeres y niños, hasta que recibieron ayuda del cielo y del Roraima para “atraparlo” en una piedra, y encerrarlo en el Kukenán.
Roraima y el Kukenán |
El Kukenán no tenía gratuitamente esa fama, si se logra convencer a un indio que nos lleve a la cima, nos dejaría allí y se volvería a Santa Elena de Uairén, pues temen pasar la noche, ya que escuchan voces y suelen ver sombras.
El Monte Roraima