miércoles, 26 de febrero de 2014

En diversos países de Europa abundan las leyendas e historias que narran la existencia de misteriosas mujeres vestidas con prendas puramente blancas y luminosas, estos elementales de los bosques se hacen llamar damas blancas. En general se las describe como bellísimas jovenes atabiadas con túnicas de gasa blancas que socorren a los viajeros que se han perdido en la inmensidad de los bosques.

Quienes las han podido ver afirman que tíenen largas y sedosas melenas rubias, una figura esbelta, lánguida y brillantes ojos azules como estrellas que llenan el alma con una paz infinita.

Una leyenda alemana relata que un niño pequeño se internó en el bosque para jugar y sin darse cuenta se adentró demasiado perdiendo el rumbo de regreso a su casa. Cuando cayó encuenta de que estaba perdido y que nadie respondia a sus llantos y ahogados gritos de auxilio, por entre los árboles apareció una bellísima mujer vestida enteramente de blanco y con el pelo rubio brillante como un rayo de sol. Ella se le acercó, dulcemente tomo su pequeñita mano y lo condujo caminando hasta el final del bosque donde le mostró el sendero que lo llevaba de nuevo a su hogar. Lo besó suavemene en la mejilla y lo dejó partir.

Damas blancas, solo cuentos y leyendas.¿O quizas no?

El caso de Antonia Tamayo

La niña Antonia Tamayo Beteta se perdió mientras jugaba al escondite con su hermana en los montes cercanos a Arroyo Sujayal (Albacete), eran las cuatro de la tarde un 29 de diciembre del 79, la niña de cuatro años de edad, fue buscada infructuosamente durante tres días y tres noches por toda la sierra albaceteña que en aquella época del año registraba temperaturas por debajo de los cero grados centígrados.

Efectivos de la guardia civil y cientos de vecinos de pedanías y del cercano pueblo de Yeste forman parte del operativo de búsqueda. Cuando todo el mundo ya había asumido que habría muerto de congelación ya en la primera noche que pasó sola en medio del gélido monte, ocurrió lo imposible, en la tarde del día 1 de Enero de 1980, a las 14.30 h. un par de hombres bajaron hasta el bosque cercano para buscar leña cuando escucharon unos lloros que provenían de un poco más allá. La niña Antoñita Tamayo apareció con perfecto estado de salud.

Antonia Tamayo en la actualidad
Fue hospitalizada inmediatamente en la residencia sanitaria de Albacete, allí fue sometida a diversos análisis que confirmaron su buen estado de salud, según los doctores que la atendieron aquello era un verdadero milagro, una niña de 4 años había pasado 3 noches enteras con sus respectivos días en medio de un monte absolutamente congelado sin nada que comer o beber y estaba en perfecto estado, la declaración de la niña iba a ser más impresionante aun, hablaba de una mujer que iba totalmente de blanco, un blanco casi luminoso, que la cuido durante todo el tiempo, le dio de beber, de comer, le dio calor y se quedaba con ella para que no tuviera miedo.

No es el primer caso, ni será el último de una dama blanca o protectora que salva a una persona de morir cuando todo parece perdido, pero sin duda, es uno de los más impactantes.

Caso de El Picazo (Cuenca)


El 31 de Diciembre de 1943, la niña Trinidad Collado Pastor salía por la tarde, anocheciendo, de su casa del manchego y blanco pueblo conquense de El Picazo para comprar pan para la cena de Nochevieja. Un fogonazo de luz la deslumbró y de repente apareció en un campo alejado unos tres kilómetros de la panadería y de su casa. Asustada, vio cerca de sí unas casillas de hortelanos y se metió dentro y decidió pasar la noche sin atraverse a salir.

Durante su estancia en la casilla no tuvo ningún frío y vio a una mujer alta como con un vestido azul que la protegía. Al día siguiente, 1 de Enero de 1944, una voz misteriosa la dijo: "Salte al sol", y saliendo la niña de la casa, vio a un campesino llamado Ángel Preño, al que pidió ayuda; y éste la recogió en seguida llevándola al pueblo, donde todo el mundo se arremolinó en torno a Trinidad, la cual fue llevada a la Iglesia y allí la preguntaron si alguna de las imágenes que allí estaban correspondía a la señora que había visto por la noche.

La niña finalmente señaló a la Virgen del Rosario, pero sin estar del todo convencida. La niña simplemente notó dentro de la casa una presencia protectora, tuvo la ropa seca y no notó frío pese a la nevada que había caído. Éste caso fue contado en 1997 en persona por la propia Trinidad Collado para el libro "La España Extraña".

Caso de Rojales (Alicante)


El caso de la "Niña perdida de Rojales" es un galimatías de historias con varias versiones diferentes cada una de ellas; recopliadas en un buen libro titulado “Leyendas de la Vega Baja” de M. Carmen Serra y Juan Luís Román del Cerro.

Una de las versiones habla de un caso sucedido el 24 de Junio de 1917 en que una niña llamada Teresa Juan fue intentada asesinar por un psicópata que la arrojó a un pozo y la lanzó piedras. Éste caso parece el más verídico, pues en él se menciona a Guardia Civil, Jueces, sentencias, médicos y otros personajes en una época no muy lejana para lo que suelen ser las leyendas.

La historia dice que al ser recuperada la niña del pozo, contó que cuando su asesino la lanzaba piedras, una mujer la protegió tapándola con un delantal y las piedras rebotaban, salvándose de ésta manera. Considerándose milagrosa la salvación de la niña, ésta fue llevada a la iglesia, donde vio a la Virgen del Rosario y dijo "Ésa fue la señora que me salvó".

El caso de Orihuela.


Sucedió el 18 de Enero de 1896 cuando la niña Encarnación Hernández se perdió y fue encontrada al dia siguiente en un lugar conocido como "El Barranco del Búho", Al ser hallada dijo no haber sufrido frios ni heladas, pues una señora la había cubierto con su delantal por la noche. Al ser llevada a la iglesia reconoció en éste caso a la Virgen del Carmen como su protectora. Siendo mayor la niña incluso compró una nueva imagen de la Virgen del Carmen para la iglesia de Rojales.

Éste caso fue narrado en persona por la hija de Encarnación, Engracia, a los periodistas Javier Sierra y Jesús Callejo en 1997 y se encuentra recogido en el libro titulado "La España Extraña"

La niña de las peras, Güímar (Tenerife)


La conocida como “Niña de las Peras” fue enviada por su madre en busca de estas frutas a paraje cercano, el barranco de Badajoz, lugar conocido por la gran cantidad de fenómenos extraños que allí se producen. Pero la niña no regresó. La zona fue sin éxito ampliamente registrada, y, finalmente, se desistió de la búsqueda. Se cuenta que varios años más tarde, la niña regresó a su casa, asombrosamente con el mismo aspecto que tenía al marcharse aquel día a buscar fruta, como si los años no hubieran transcurrido para ella.

La niña contó a sus atónitos padres que había llegado al barranco buscando la fruta que éstos le habían encargado y se quedó dormida al pie de un peral. Allí fue despertada por un ser muy alto vestido de blanco. Este ser no le inspiró ningún miedo, y accedió a seguirle cuando se lo pidió. La niña acompañó al ser blanco hasta el interior de una cueva en la que habían unas escaleras por las que descendieron hasta llegar a una especie de jardín en el que habían más seres como él.

Finalmente el ser la acompañó de nuevo a la entrada de la cueva y se despidió de ella, que recogió las peras y fue camino a su casa. Ella pensaba que sólo habían transcurrido unas horas, sin embargo habían pasado más de 20 años.