viernes, 8 de mayo de 2015

El Karma

Seguro que has oído hablar en numerosas ocasiones del Karma.  Es más, es común escuchar aquello de “qué mal Karma tengo, seguro que en otras vidas hice cosas muy malas y las estoy pagando ahora”. Bien, empezaremos diciendo que esta palabra, idea o concepción vital, proviene de las doctrinas del budismo, el hinduismo y el yainismo.

Es, por así decirlo, una especie de “ley cósmica”  con causa y efecto. No obstante, hay algo que debo matizar, no hay mal karma o un castigo como tal que busque hacernos daño, no hay una entidad superior que nos sancione por nuestras acciones. Todo responde a un proceso de aprendizaje interior.


La palabra “karma” significa en realidad “acción” y somos pues nosotros mismos los únicos responsables mediante nuestras acciones, pensamientos y atribuciones, quienes tejemos nuestras propias consecuencias en esta vida y en las siguientes, puesto que dentro de esta corriente, se asume la idea de las reencarnaciones.

No pretendo en absoluto dar plena veracidad o criticar todo lo que el concepto del “karma” nos explica. No es mi intención, únicamente pretendo aportar información curiosa para hacer pensar y reflexionar.

El Karma y las reencarnaciones


Para el budismo, la vida es como un gran libro lleno de capítulos, un bellísmo volumen lleno de múltiples vidas mediante las cuales, nuestra alma va avanzando y avanzando para obtener conocimiento, para aprender e ir obteniendo sabiduría en cada reencarnación.

No obstante, este proceso no es nada fácil, puesto que las personas somos generalmente criaturas complejas llenas de apegos materiales, de egoísmos, de envidias… Comportamientos que nos aferran y que incluso, nos enferman. El karma es pues todo aquello que nosotros hacemos, no hay una entidad superior que marque nuestros pasos o que nos sancione por las cosas mal hechas. Somos almas libres que aspiramos a encontrar la sabiduría y la paz interior, pero para ello, hemos de cuidar muy bien “lo que hacemos”, “lo que pensamos” e incluso lo “que decimos”.


De ahí lo interesante de esta corriente, ahí donde nosotros mismos seríamos responsables de nuestros propios actos. Ahí donde incluso las palabras y los pensamientos tienen poder en nuestro día a día, porque las palabras también hacen daño, y porque los pensamientos, son también esos guías interiores capaces de hacernos encontrar fuerzas, optimismo y motivación.

Una vida de egoísmos, una existencia en que nos hayamos hecho daño a nosotros mismos o a otros, deja heridas y cuentas pendientes en nuestra alma, vacíos que tendremos que aprender a curar en la siguiente reencarnación.

Las 12 leyes del Karma

¿Leyes? En efecto, el Karma también tiene sus propios principios, una filosofía propia que merece la pena conocer. Te invitamos pues a que las leas o que simplemente las recuerdes si ya las conocías:

•1. LA GRAN LEY  o la ley de causa y efecto. Algo fácil de entender, lo que “siembras es lo que recogerás el día de mañana”… Tu karma es pues tu propio juez, tú mismo eres dueño de tu destino.
•2. LEY DE LA CREACIÓN: Eres parte de este universo, por tanto, formas parte de un todo en unión con la propia Naturaleza y los ciclos que en ella se hallan.
•3. LEY DE LA HUMILDAD: Acepta tus errores, actúa con modestia, con humildad. Tú no eres más que nadie.
•4. LEY DEL CRECIMIENTO: Nunca intentes cambiar a los demás, eres tú quien debe crecer interiormente, tú quien debes crear tus propios cambios para crecer y avanzar.
•5. LEY DE RESPONSABILIDAD: Asume la responsabilidad de tus actos en este presente, no te enfoques en los demás o en lo que te rodea. Acepta tus errores, hazte responsable.
•6. LEY DE LA CONEXIÓN: Todos y todo estamos interconectados. Cada cosa que hagas tendrá una consecuencia, cada uno de nosotros somos una pieza indispensable, donde pasado, presente y futuro, son la misma cosa.
•7. LEY DEL ENFOQUE: No se puede pensar en dos cosas al mismo tiempo. Céntrate en el presente, focaliza, observa con atención.
•8. LEY DEL DAR Y DE LA HOSPITALIDAD: Ofrece respeto a los demás, ábrete, regala, actúa con humildad, y a su vez, aprende también a recibir.
•9. LEY DEL AQUÍ Y AHORA: Deja a un lado los malos pensamientos, las malas energías o lo ocurrido en el pasado. Evita anclarte y piensa que tu oportunidad por avanzar y por ser feliz la tienes en este mismo instante “en el aquí y ahora”. Este es tu momento, el ahora.
•10. LEY DEL CAMBIO: Toda historia está condenada a repetirse una y otra vez hasta que al final, consigamos resolver nuestros vacíos, nuestros errores. Pero recuerda, tu oportunidad de cambio está en este presente, es tu “cerradura” propia para poder liberarte de todas esas cargas, dead esas heridas del pasado.
•11. LEY DE LA PACIENCIA Y LA RECOMPENSA: todas las recompensas requieren de su respectivo esfuerzo. Sé paciente, persiste, sé humilde pero esfuérzate en mejorar.
•12. LEY DE LA IMPORTANCIA E INSPIRACIÓN: Invierte en cada cosa el valor que de verdad merezca. El valor de de cada cosa es en realidad el resultado directo de nuestra energía y de la intención que hayamos aplicado en ella. E importante además, que no te focalices solo en las ganancias propias, en los egoísmos, porque entonces “no contribuyes al todo”. Y no puedes olvidar que tú también formas parte del todo, y por tanto, estarías haciéndote daño a ti mismo.