Y aunque muchas personas puedan pensar que esto es absolutamente ridículo, la realidad es que no se trata de ningún broma, ya que el informe llamado “Counter-Zombie Dominance” añade una nota en la cual indica que no fue en diseñado como una broma. “El escenario es la peor amenaza en todos los casos”, según el documento oficial, “y la transmisibilidad sería muy alta con las legiones de muertos vivientes infectando rápidamente a los humanos, con poca forma de contrarrestar y multiplicándose rápidamente las hordas de zombies”.
Según varios medios de comunicación, las estrategas militares asignadas al Comando Estratégico de EE.UU. escribieron el controvertido documento en abril de 2011, como parte del plan para proteger a los ciudadanos contra cualquier tipo de amenaza.
Según Foreign Policy, CONOP 8888 está diseñado para “establecer y mantener un estado defensivo de alerta destinado a proteger a la humanidad de los zombis”, según detalla el informe, “y si es necesario, llevar a cabo operaciones dirigidas a erradicar las amenazas de la seguridad humana”. Por último, el plan proporciona una guía para “ayudar a las autoridades civiles en el mantenimiento de la ley y el orden y restablecer los servicios básicos durante y después de un ataque zombie”.
Otros de los puntos controvertidos del plan, es que añade la posibilidad que de la amenaza zombie proceda desde el espacio exterior; una especie de virus extraterrestre con la capacidad infectar rápidamente a todos los humanos. Para finalizar el documento detalla a la perfección los procedimientos a seguir: “la forma para disuadir y aprovechar toda iniciativa para dominar, estabilizar y, finalmente, restaurar la autoridad civil”. Rápidamente un portavoz del Comando Estratégico de EE.UU. comunico que el plan zombi era una “herramienta de formación” que utiliza un “escenario ficticio de formación”.
A finales del 2012, el Gobierno Británico reveló que estaba preparado para responder a un apocalipsis zombi “proporcionando apoyo militar a las autoridades civiles”. Y también en el 2012, cientos de militares estadunidenses, policía y personal medico formaron parte de un simulacro de ataque zombie.
El informe Conop 8888
El informe del departamento de defensa norteamericano, llamado Conop 8888, tiene como objetivo instruir al ejército patrio para garantizar la supervivencia de la humanidad (incluso de las “poblaciones de países tradicionalmente enemigos”). Los autores del documento dibujan un escenario ficticio postapocalíptico, a partir del cual se diseñan diferentes estrategias para salvar a la población.
Las amenazas son diversas, pero el tema elegido para este “ensayo general” son los tan de moda zombis. Una metáfora para emular los retos a los que se deberán hacer frente cuando llegue el denominado “Day After Tomorrow”, como explicó la capitana y portavoz del Comando estratégico, Pamela Kunze, a Foreing Policy, la primera publicación que ha tenido acceso íntegro al documento desclasificado por el Pentágono.
El informe del departamento de defensa norteamericano tiene como objetivo instruir al ejército para garantizar la supervivencia de la humanidad. El plan de contingencia para actuar ante un posible colapso de la humanidad consta de 31 páginas y fue diseñado en el año 2011. Desde entonces, un Comando Estratégico del ejército de EEUU se entrena bajo sus directrices en una base situada a las afueras de la ciudad de Omaha (Nebraska). En realidad, y según han informado al canal NBC fuentes cercanas al Pentágono, se trata de una “herramienta de formación” de militares que utilizan un “escenario ficticio” para instruirse en las labores propias de una gran catástrofe planetaria.
El desafío zombi como metáfora de la escasez
Las amenazas sobre un posible colapso mundial, de las que han venido alertando científicos a título individual, como instituciones públicas y privadas son muchas y diversas. Algunas de las más importantes y no citadas anteriormente son el Resource Stress de KPMG o el Food, energy, water and the climate: a perfect storm of global events?, elaborado por el comité científico del Gobierno británico.
El plan de contingencia para actuar ante un posible colapso de la humanidad consta de 31 páginas y fue diseñado en el año 2011. Todos estos informes coinciden en que la escasez (alimentaria, de agua o energía) será la base común denominador del posible colapso civilizatorio. Es por ello que el cambio climático es otro de los conceptos más presentes en estos catastróficos documentos, y la razón de que el Pentágono eligiese el desafío zombi como metáfora de todos los posibles riesgos a los que se enfrenta la humanidad a corto y medio plazo.
James Lovelock |
Contextualizando el colapso ambiental en España
En un sentido menos catastrofista se expresaba en una entrevista a El Confidencial el científico Gerardo Benito, investigador del CSIC y uno de los siete científicos españoles que han participado en la redacción del último informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. “Sin duda, el cambio climático incidirá directamente en los ecosistemas terrestres, particularmente en aquellas especies que no tienen capacidad o posibilidad de migrar o adaptarse a las nuevas condiciones, como los reptiles, los anfibios, etc., así como la vegetación. Otra amenaza importante es la erosión de la línea de costa y la subida del nivel del mar, que sin duda tendrá un impacto importante en el Levante”.
Contextualizando en el caso de España, Benito añadía que nuestro país “presenta sectores muy vulnerables al cambio climático. En particular destacaría el turismo, la energía y la agricultura. Se prevé que el calentamiento global aumente las temperaturas diurnas y las noches tropicales en verano, llegando a convertir en incómodos los veraneos en España. La energía, tanto hidráulica como de centrales nucleares, depende enormemente de las precipitaciones por lo que, con el aumento de las sequías, estas energías pueden presentar problemas. La agricultura igualmente depende de los recursos hídricos, superficiales y subterráneos. Estos últimos disminuyen de forma dramática ante la falta de recarga de los acuíferos”.
El informe del IPCC en el que colaboró Benito resumía los riesgos civilizatorios en cinco grandes apartados: violencia y enfrentamientos entre países por el acceso los recursos; aumento del precio de los alimentos (entre un 3 y 84% hasta el año 2050) y ‘puntos calientes’ de hambre; amplios territorios sin acceso a recursos hídricos (por cada grado centígrado suplementario (de calentamiento), los recursos de agua potable disminuirían en un 20%); desigualdad económica y generalización de la pobreza; enfermedades crónicas y auge de las infecciones.
Thomas Malthus |